Capítulo 2: La llamada

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La mayoría de mis lesiones estaban curadas, aunque en general todas fueron leves. Afortunadamente, mi rostro tenía apenas un raspón que ya casi no era visible. Lo que aún no sanaba era mi corazón. No podía evitar pensar en Haruka frecuentemente. Cualquier actividad cotidiana me la recordaba, cualquier palabra, cualquier silencio, incluso el viento que se colaba por la ventana. Era como si parte de su esencia se hubiera quedado en el departamento en el que vivíamos, en esta habitación y en mi alma. Solíamos compartir mucho, así que su ausencia se notaba demasiado.

—¿Te sientes mejor? —preguntó Setsuna asomando la cabeza en mi habitación —. No olvides que el señor Tomoe nos invitó a cenar hoy con Hotaru.

Esquivé su mirada temiendo que descubriera mis pensamientos.

—Planeaba quedarme a practicar una nueva pieza esta noche. Quizás regrese al conservatorio —mentí una vez más. Últimamente se me hizo costumbre poner excusas para no ver a nadie y decir que estoy bien si alguien lo preguntaba.

—De acuerdo, iré sola —respondió Setsuna, aunque por el tono de su voz, sabía que se había dado cuenta de que solo era una excusa —¿Quieres que le mande saludos de tu parte?

—Si... Ah! Espera— la detuve antes de que se fuera y salté de la cama hacia mi cajonera. Saqué una delicada caja de finos bombones y se la entregué—. los compré hoy.

—Sus chocolates favoritos —ella sonrió—. seguro le gustarán mucho.

Forcé una media sonrisa y apenas me dio la espalda cerré la puerta para regresar a la cama hasta que ella saliera del departamento.

Realmente no soportaba tener a alguien cerca. Sólo extrañaba a Haruka y sin ella aquí... ¿Qué sentido tenía todo? No era capaz de sonreír sin ella. Todo estaba vacío.

No... ¿Qué estaba pensando? ¿Haruka sin mí y yo sin ella? ¡Es una locura! quizás dijo aquello porque esperaba que yo la apoyara en su sueño de convertirse en la mejor corredora de todo el mundo, tal vez esperaba que le dijera que la seguiría aunque tuviera que abandonar mi carrera con la música aquí.

Tomé mi teléfono enseguida, allí debía ser temprano. Mi corazón latía más y más rápido, el "bip" del tono parecía tener intervalos eternos.

—¿Hola? —respondió una voz femenina del otro lado del teléfono.

—Hola —le devolví el saludo, algo extrañada— ¿Podría pasarme con Haruka, por favor? —pregunté a la voz desconocida, quien guardó silencio un momento, aparentemente tan sorprendida como yo.

—Mire, este no es un buen momento. Si es importante puede dejarme el mensaje y cuando se desocupe se lo comunico.

—No, está bien. Volveré a llamar luego. Que tenga un buen día —me despedí con la misma cortesía que la voz del otro lado y colgué.

Aquello era extraño. Haruka siempre fue muy cuidadosa con sus objetos personales y eso incluía su teléfono. Ni siquiera estando aquí lo dejaba olvidado por descuido. No me atreví a preguntar quién era.

Eran cerca de las 00:30 cuando Setsuna llegó y se fue a dormir. Me había sentado en el sofá de la sala frente al televisor. Mis pensamientos me habían llevado demasiado lejos como para centrarme en las noticias del día y preocuparme por los problemas económicos del país.

«¿Fantasía o realidad?» comenzó a relatar el conductor del noticiero «Continúan llegando mensajes de vecinos que aseguran haber visto un enmascarado rondando en las cercanías de sus casas durante la madrugada y, de quien se presume, fue responsable de la feroz golpiza que dejó en muy grave estado a un criminal que intentaba robar un mini mercado 24, y con las dos piernas fracturadas a otro que intentó secuestrar a una pareja de adolescentes a la salida de una fiesta privada. Las autoridades piensan que se trata de una nueva leyenda urbana creada por jóvenes para...».

Evening Sky - Haruka x MichiruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora