—Que hermosas ediciones —dije admirando uno de los libros de arte renacentista que Misaka me había ofrecido para entretenerme —. Tengo una colección parecida, pero la edición de lujo de tu libro es mucho más bella y cuidada, se aprecia mejor cada detalle.
—En realidad, no sé nada de arte y no es mío. Vi que en tu departamento tenías varios bastidores sin usar y supuse que te gustaban esas cosas —respondió levantando la voz desde la cocina. Si bien su pequeño living y la cocina no estaban divididas por una pared, había un pequeño murete de media altura que simulaba ser una barra y ayudaba a distinguir ambos sectores. No veía su cara porque se había agachado frente al horno para vigilar el almuerzo.
Habían pasado cerca de tres semanas desde que Misaka me salvó la vida. Nos volvimos bastante cercanas luego de haber pasado esa noche revelando nuestros secretos y siendo por completo sinceras sobre nuestros objetivos y sentimientos. Pasamos bastante tiempo juntas para ensayar con nuestros instrumentos, aunque casi siempre terminábamos preparando comida o pidiendo alguna cosa en el delivery. A este ritmo, iba a recuperar los kilos que había perdido desde la partida de Haruka.
—Si no son tuyos ¿son de tu novio? —quise saber, supuse que si tenía libros de ese tipo debía gustarle bastante el arte.
—Así es, son de Sosuke— respondió con un poco de pesar.
Sosuke era su novio, se había ido hacía un mes a estudiar en Hong Kong, se suponía que regresaría en más o menos cuatro meses, según me comentó. También me contó que nunca habían pasado tanto tiempo separados desde que se conocieron, por lo que la distancia con él la deprimía un poco.
—¡AY NO! —gritó de pronto Misaka, al mismo tiempo que abrió el horno y un fuerte olor a comida quemada invadió, primero la cocina y luego el living. Corrí a ver si podía ayudarla en algo, pero era inútil. Al parecer el horno estaba muy fuerte y la comida había sido envuelta por una llamarada que la fundió.
Nos quedamos en silencio observando la fuente teñida de negro y su contenido calcinado. Un segundo después nos miramos y, con una extraña sincronización, comenzamos a reírnos a carcajadas.
Misaka era el tipo de persona que sabía reírse de sus propias torpezas y defectos, y yo... bueno, estaba empezando a contagiarme de su forma despreocupada para reaccionar ante ciertas situaciones. Era tan diferente a mí y aun así lográbamos entendernos.
Decidimos que sería mejor salir a almorzar fuera y así lo hicimos. Comimos tranquilas y nos divertimos contando algunas anécdotas de nuestra adolescencia. Gracias a su compañía podía evadir la tristeza por varias horas e ignorar el vacío que sentía por dentro cuando estaba sola.
—¡Por las barbas de Poseidón! —me exalté cuando pasamos junto a la vidriera de un local de ropa y accesorios — Necesito ese saco... y también ese bolso —agregué al verlo. Hacía tiempo que no salía de compras ni veía revistas o leía Blogs de moda, pero no necesitaba que nadie me lo sugiriera, eran el conjunto perfecto para mí.
—¿Eh? ¿Cuál? —preguntó Misaka un poco desorientada. Se los señalé y los examinó con mirada crítica. Se puso seria y volteó a verme —. Parece de anciana, Kaioh— me soltó de repente.
—¡No es de anciana, es un Chanel! —le respondí indignada. Era la primera vez que alguien criticaba mi buen gusto en ropa.
—Estás en una etapa de cambios, tienes que probar cosas nuevas si quieres dejar atrás el pasado ¿Qué tal una falda como esa de ahí? Se te vería bien, vamos, anímate —me alentó, señalando la prenda negra junto al saco. Lo analicé... ¿No era una falda demasiado reveladora? era bonita, pero bastante corta y ajustada. No acostumbro vestir así.
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Evening Sky - Haruka x Michiru
FanfictionTras derrotar a Sailor Galaxia, todo vuelve a la normalidad en Tokyo y finalmente las sailor guerreras pueden ser felices. Sin embargo, inesperadamente, Haruka Tenoh decide romper su relación con Michiru Kaioh... La aparición de una villana llamada...