Otro día se iba, el cielo celeste se fundía en el azul oscuro de la noche. En lados opuestos, el sol se escondía detrás de las pocas nubes blancas, tiñéndolas de dorado, mientras un hermoso degrade de nubes rosas y violetas, se fundían del otro lado del cielo con el azul oscuro que poco a poco daba paso a la luna. Pensé que sería un hermoso cuadro si pudiera representarlo, pero era uno de esos instantes únicos que sólo se guardan en la retina y que por mucha habilidad que se tenga, jamás se logra transmitir lo mismo. ¿Cuándo el cielo volvería a ser exactamente así? ¿Cuándo volvería a tener tanta mezcla de colores? Seguramente la mayoría de la gente iba tan perdida en sus pensamientos que ni siquiera lo habían notado. Es el típico atardecer que anuncia la llegada de la primavera. Me sentía como aquel cielo, sin saber si era noche o día.
Anochecía, como cuando Haruka rompió conmigo y, sin embargo, este cielo era por completo distinto. El viento olía distinto, quizás porque en este lugar no estábamos cerca de la costa. No podía asociar esto con aquello, así que me sentí bien disfrutando de ese pequeño momento.
—¿En qué piensas? —me preguntó Hiro. Estaba terminando de hacerle algunos ajustes a mi moto, mientras que yo me distraje sentada sobre una repisa baja que había en su taller, que estaba junto a la casa de apuestas para las carreras de la organización.
—El cielo se ve muy bonito ¿No crees? —confesé y continué mirándolo. Ya teníamos la confianza suficiente como para que pudiera ser honesta con pensamientos que sabía que algunos tacharían de "tontos".
Él observó las nubes un momento— Tienes razón, y aquellas nubes parecen algodón ¡vaya, nunca había visto una nube con esa forma! Se parece a la cara de Misa luego de la pelea de la semana pasada, voy a tomarle una foto y se la voy a mandar —decidió y sacó su teléfono. No pude evitar reír, cada día me sentía más cercana a él.
El ronroneo de una moto que se detuvo frente al taller, llamó nuestra atención. Era de color negra con detalles azules, su piloto estaba vestido de negro, usaba leggins, borcegos y una remera corta y ajustada de color blanco, combinada con una campera de cuero negra. Se quitó el casco y dejó caer con cierta desprolija sensualidad, sus cabellos rubios.
—Michiru, tenemos que hablar —fue lo primero que Haruka dijo y se acercó a mí.
Mi cuerpo no se movía porque realmente no sabía qué hacer. Quería huir, pero no podía decidir si aquello sería lo mejor. Mientras intentaba asimilarlo, ella ya estaba frente a mí y Hiro se había puesto detrás de mí.
—Conversemos en un lugar privado —me propuso, mirando a Hiro.
—No. No voy a ir contigo a ningún lado. Por favor, vete —le pedí y crucé mis brazos, más para sostenerme a mí misma que para parecer segura.
—Hablemos, no estás bien y todas estamos preocupadas por ti. Te llevaré a un lugar seguro y puedes quedarte allí —insistió.
—¿Un lugar seguro? ¿En dónde quieres que me quede? —pregunté intentando esconder mi dolor. Le pregunté aquello, pero ya sabía cual sería su respuesta, desgraciadamente la conocía muy bien, casi podría decir que leía su mente sin mi espejo.
—En casa de Hotaru —respondió dudando un poco y desvió la mirada—. O en mi nuevo departamento, donde prefieras.
Sentí nuevamente la opresión en el pecho y los ojos que comenzaban a humedecerse. Sonreí de manera automática, luchando internamente para no desmoronarme frente a ellos dos.
—A tu departamento... —dije bajito, tenía que evitar llorar a toda costa— ¿Contigo y con tu novia? —le pregunté mirándola a los ojos, pero ella me evitó— ¿De verdad crees que estaré mejor allí con ustedes? Haruka, mírame —le pedí, aún con una sonrisa, que sentía, comenzaba a desfigurarse.
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Evening Sky - Haruka x Michiru
FanfictionTras derrotar a Sailor Galaxia, todo vuelve a la normalidad en Tokyo y finalmente las sailor guerreras pueden ser felices. Sin embargo, inesperadamente, Haruka Tenoh decide romper su relación con Michiru Kaioh... La aparición de una villana llamada...