Capítulo 10: Malos presagios

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—El error estuvo en la trazada de la curva, tu posición no era correcta y perdiste segundos que de ventaja —me explicó Yamato, mientras imitaba la pose correcta en la moto—. La próxima te llevas el codo hacia adentro y mete la cabeza más cerca del manillar al doblar.

—Necesito practicar más. No puedo perder en el próximo encuentro.

—Cuenta conmigo, le doy una revisada rápida a tu moto y puedes practicar —dijo Hiroki, al mismo tiempo que lanzó su cigarrillo al suelo.

—Gracias, Hiro.

—Bueno, yo me voy. Hay bastante trabajo para esta noche, no dejan de aparecer esos grupitos de mocosos dando problemas en nuestro territorio —se quejó Yamato y se marchó.

—¿No estás sobre exigiéndote mucho? Desde que esa persona apareció estuviste viniendo a practicar todos los días y te noto mucho más callada de lo habitual —dijo mientras se acercaba a mí.

Que notara esas cosas en mí, por alguna razón me daba miedo y me sentí vulnerable.

—Me preocupas —terminó diciendo y yo me sentí increíblemente tonta. No podía permitir que me viera como a alguien débil, así que cuando continuó acercándose, no retrocedí.

—Estoy bien, pero cuando hago algo, quiero hacerlo bien, lo mejor posible.

Puso su rostro tan cerca del mío que creí que iba a besarme. Lo miré a los ojos, más por mostrarle que tengo carácter que por provocación, quería tener el control de la situación.

—Tienes unos ojos hermosos.

—Lo sé, gracias —le respondí, intentando ser amable, pero sin inmutarme.

—Ja, ja, ja. Eres única. —Retrocedió con una sonrisa amplia en sus labios carnosos y atractivos— Sé esperar, princesa de hielo. Cuando mis sentimientos te alcancen, te haré feliz, como te mereces.

No esperaba aquello. Sentí mi rostro caliente y deseé no haberme ruborizado— Demasiado cursi para un mecánico de la mafia —me burlé y ambos reímos.

Aún no estaba lista para pensar en empezar algo con alguien, pero sí era indudable que entre nosotros existía atracción. Hiro era tan diferente a Haruka, era alguien con quién podía sentirme segura. Y aunque continuaba escapando de mis recuerdos, lo estaba comparando con ella.

El rugido de la moto de Haruka detrás de mí fue ensordecedor y daba la impresión de estar contándome su estado de ánimo. La meta estaba a pocos metros, la victoria casi era mía. Una vez más podría saborear el triunfo de arrebatarle a Haruka un poco de su orgullo, esto le daba sentido a todos mis esfuerzos de meses anteriores, incluso se lo daba a cada una de mis lágrimas.

No tengo idea de cómo lo hizo, pero antes de llegar a la meta logró sacarme ventaja y con gran agilidad, ganó el primer lugar.

Se quitó el casco y su rostro estaba cubierto por un antifaz negro como solía hacerlo cuando participaba en estas carreras. Su cabello, perfectamente revuelto, le daban un aire aún más atractivo.

—¿Qué tal, impostora? ¿te gustó ese truco? —me preguntó con altanería.

Yo había estacionado más delante, pero estaba tan molesta que continué mirando al frente y ni siquiera bajé de la moto. Hiro se acercó para ayudarme a quitarme el casco.

—Te está provocando, sólo ignora lo que dice —me aconsejó él, mientras me lo quitaba.

—Estoy esperando tus disculpas, hermosa. Se amable y quizás te invite a salir un día de estos —me propuso Haruka con galantería. Aquella frase fue suficiente para encender la mecha de la bomba que tenía en mi interior.

Evening Sky - Haruka x MichiruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora