¿mi jefe esta aqui?

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Hola Chicas, espero que les guste este capitulo, es corto, pero ando con el tiempo justo.

Tocaron a la puerta, y con el pijama puesto, la abrí para encontrarme con mi jefe -tengo que aclarar que  Diego es manager de multiples bandas y juerguista nata. Nos había traído un  suculento desayuno y un motón de planes para el resto de los días. Una cosa estaba clara: diversión asegurada.

Como no había hablado con el durante toda mi estancia en Londres, me puse al día con el, había venido a Londres porque tenía un nuevo cliente, pero hasta que no firmara el contrato, no quería decirme nada . Cuando Sara se despertó no salía de su asombro al ver a Diego alli, entre ellos siempre existía una química que aun no sabían manejar.

Salimos a dar una vuelta, pudo enseñarnos algo de Londres pero tuvo que ser rápido porque había quedado con su cliente para cena y nos quería invitar a todas a la cena de negocios, por lo que volvimos al hotel y nos pusimos muy guapas las cuatro.

Cuando llegamos a la recepción, había cuatro galanes perfectos esperándonos y uno de ellos era nuestro adorado James, junto a el Diego,mi  jefe; Dan y Luke de la banda de James . Creo que la cara de cada una de nosotras fue un poema y la mía la peor, me recompuse como pude, y agarre a mis amigas del brazo y me dirigí educadamente a los chicos.

Presenté a mis amigas a aquellos fabulosos galanes y comenzamos nuestra cita, en eso consistía mi trabajo, yo era una relaciones publicas. A causa de mi sueño con uno de mis ídolos y que además estaba en la cena, mi conversación no era fluida y nos costó un poco romper el hielo pero la charla entre los chicos fue tan animada, que antes de llegar al restaurante ya parecíamos viejos amigos.

Cenamos en un restaurante de moda de Londres y acabamos con cuatro botellas de vino. El alcohol empezaba a hacer efectos y todos nos empezábamos a poner cariñosos.

No pude evitar ver como a las chicas se le iban los ojos por James y el disfrutaba con ello. Dejaba que LIdia le acariciara la cara, o que Judi le comiese con los ojos mientras Sara no apartaba sus ojos de sus increibles ojos azules. El se dejaba querer y hacia como si yo no existiese.

Una punzada traspaso mi pecho. Que ilusa fui, llegue a pensar alguna vez que tenía posibilidades con James.

 Al finalizar la cena los chicos querían ir a tomar una copas, pero a mí ya no me apetecía ir a ningún lado, así que me disculpe.

Soñando despiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora