Soñando despierta

Sorpresa

Habíamos quedado para cenar con los chicos de nuevo y con mi proyecto en marcha, conseguí sentar a Sara y a Diego juntos mientras yo me sentaba al lado de Dan, que era un encanto y mi adorado James que sólo me miro para decirme Hola; me estaba empezando a caer mal este James.

La cena transcurrió entre risas y algún que otro enfado, porque acabábamos de descubrir que James tenía cambios de humor muy drásticos, ¡este chico es muy impulsivo!  Ya no me importo tanto las miradas de las chicas con James y de James con ellas, porque mi corazón estaba tranquilo, había sido un enamoramiento de quinceañera, nada iba a pasar entre nosotros.

Llego la hora de ir a tomar unas copas, pero esta vez fueron los chicos los que se disculparon, tenían un concierto la noche siguiente así que no podrían tener otra noche en blanco. Por lo tanto nos acompañaron hasta el bar de moda y allí se despidieron de nosotras con efusivos abrazos y algún que otro beso furtivo.

Cuando mi cara rozo la de James mi corazón comenzó a latir más fuerte y comprendí que no podía odiar a  este hombre y estaba enamorada hasta las orejas.

Acaba de darme un rayo de luz en la cara, uf ¡vaya dolor de cabeza!, que dos días llevaba de alcohol, menuda locura, pero ¡Qué bien lo habíamos pasado las chicas solas!

Habíamos hablado sobre James y cada una de nosotras había llegado a una conclusión diferente sobre él.

Judi se había encaprichado de Luke y ya ningún hombre era comparable a su moreno que tenía la música en la sangre.

Lidia se seguía perdiendo en esos ojos y labios pero después de sentirse como la reina que era con Dan ya no sufría tanto por James.

Sara junto conmigo seguía siendo la más enganchada al él aunque reconocía que sus cambios de humor y coqueteos no iban mucho con ella. Debía seguir con mi proyecto para liarle con Diego, puesto que era un hombre fantástico que le haría olvidar cualquier mala experiencia pasada.

Me acabe de despertar, me di una ducha y fui a despertar a las chicas. Me encontré a Judith despierta enganchada al teléfono y a Sara en la cama con su Ipod disfrutando del último disco de James, aun seguíamos siendo JArmy y estábamos excitadas por el concierto.

Las tres ya preparadas fuimos a despertar a la más joven del grupo , que ante nuestra sorpresa, no estaba sola en el cuarto, ella nos miro con una mezcla de diversión y vergüenza. Se disculpo con nosotras hasta la hora de comer y dijo que más tarde nos contaba lo sucedido.

Así que nosotras tres nos vestimos con la ropa mas cómoda y salimos del para mercar en Londres, llevábamos sólo una hora perdidas entre los puestos cuando mi móvil sonó. Era Diego, tenía una propuesta para nosotras, que sabía que nos iba a encantar, el único inconveniente es que era una sorpresa.