Un hombre en el baño

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Hi-me –dijo- mi rostro mostraba mi estupor y mi vergüenza, no me atrevía a retirar mi vista del suelo. El hombre al ver mi estado, se colocó una toalla por la cintura y suavemente posó sus grandes y suaves manos bajo mi barbilla… lentamente levantó mi rostro como si con aquel gesto me estuviese obligando a mirarlo. Muy despacio me atreví a dirigir mi mirada  hacia aquella persona  que tan dulcemente había dirigido mis movimientos. Descubrí unos largos brazos tatuados y un pecho también tatuado… reconocía ese cuerpo, esos tattoos… pero mi vergüenza me mantenía paralizada.  Entonces mis ojos se detuvieron frente a aquellos dos enormes ojos azules que me sonreían:  Verro- con un español de Inglaterra- había pronunciado mi nombre…

Mi corazón empezó a latir fuertemente, pensé que se me salía del pecho… Conocía esa voz, esos ojos... Pero mi cerebro no quería conectarse.

Im James,  perdón, Soy James, debo practicar mi español -dijo divertido.

Mis ojos no me engañaban, era él y estaba desnudo. Solo me venía a la cabeza  mi amiga Judith diciéndome: seguro que cuando lo tengamos frente a frente, nos morimos de vergüenza.  ¡Y esto me estaba pasando a mí!  Agarró mi mano con firmeza y tiró de mí hacia el interior del baño. El suelo estaba lleno de pétalos de flores y la iluminación consistía en velas. No me gusta el romanticismo, pero me deshice en un suspiro y creo que ese fue mi primer orgasmo.

 Me apoyó sobre el jacuzzi y como mi cuerpo aún no reaccionaba, me quitó la mochila… continuó desatándome los tenis mientras con sus ojos me mostraba una mirada de travesura y pasión. Dijo: ¿no me recuerdas? Sin pensar moví la cabeza asintiendo en un tímido gesto… Y sin que yo ofreciese ninguna resistencia pasaba a despojarme de mis pantalones.  Yo me dejaba hacer… cuando sus manos rozaron mis muslos mi cuerpo reaccionó en forma de latigazo. ¿Estás de acuerdo con esto, verdad?- preguntó casi en un susurro. Mi cabeza volvió a asentir automáticamente y mi camiseta salía por ella.  Por primera vez le miré a los ojos sin vergüenza alguna y noté auténtico fuego en su mirada,  en sus grandes ojos azules como el mar.

Me encontraba en bragas y sujetador a los pies de un jacuzzi con el chico de mis sueños y mi cuerpo no reaccionaba debidamente. Estaba muy excitada y temblorosa pero mis brazos y mis piernas no me respondían. Él se dio cuenta y con su cadera, en un gesto divertido me empujó al Jacuzzi. El chapuzón me espabiló y cuando por fin saque la cabeza del agua y mi cerebro respondió, allí estaba él con dos pintas. Se había colocado un boxer y yo podía imaginarme todo su miembro, ¡que poderío!- me dije. Mi cerebro, que empezaba a reaccionar, pensó ¡qué lástima Vero, por qué no aprovechaste antes! Se metió en el jacuzzi y me dio una pinta, bebí el trago más largo de mi vida. Cuando acabé, y me disponía hablar él introdujo su dedo en mi boca, y con un hábil gesto me desabrochó el sujetador. El roce de su dedo en mi boca, me impulsó a sacar mi lengua y lamerlo, su mirada reflejó deseo y asombro, eso fue suficiente para mí.

Dirigí, entonces, mis manos y todo mi cuerpo hacia él, y al juntarse nuestros cuerpos una extraña electricidad surgió de entre ambos produciéndonos aún más calor. Mis manos subían y bajaban por su cuerpo recorriéndolo, mientras que su boca y su lengua besaban todos mis miembros. ¿Podría correrse una mujer sólo con esos estímulos?

Dirigió su lengua y esos labios suyos tan sugerentes hacia mis pezones que estaban erizados y apuntando a sus fauces. En esos momentos comprendí lo que era el placer, mi cuerpo empezó a convulsionar al ritmo de su lengua y mi cerebro estalló en mil colores y fuegos artificiales. Mi sexo dirigía mi cuerpo y se aproximaba  irremediablemente hacia él, buscándolo. Mis manos bajaban hacia sus bóxer y mis piernas se distanciaban abriéndole hueco hasta mí… Estaba impaciente porque me poseyera; pero su cuerpo era una roca, separó sus labios de mis pechos con un suave mordisco y me dijo: Be calm, ese susurro y el beso posterior me hicieron estremecer tanto como sus roces constantes. Estás muy caliente y eso me gusta, pero vamos a ir más despacio… quiero hacerte sufrir. Derramó la cerveza sobre mi cuerpo y empezó a reírse. El contraste del frío, resultó aún peor tensando mi cuerpo. Entonces James empezó a juguetear con sus dedos sobre mi cuerpo, reconociendo mi tatuaje. Mis manos acariciaban sus  hombros y sus potentes brazos,  mi cuerpo imploraba su cercanía, la necesitaba. Mientras me bajaba las bragas que llevaba me dijo divertido: me alegro no ver mi cara en tu ropa interior, pero yo solo podía responder con gemidos. Subía sus manos rozando mis piernas y admirando mis tattos, cogió mis manos que acariciaban su espalda y la dirigió a su sexo, por encima de sus bóxer.

Era más grande de lo que imaginaba, me invadió el miedo y la excitación… ¿Entraría eso dentro de mí? Le miré penetrante y él me miró tranquilizadoramente, él sabía que sí. Adentró su cara en mi sexo, yo respondí  introduciendo mi mano en su bóxer, busqué  su pene y lo sentí caliente, muy caliente. Aquel hombre que me había hechizado con su voz estaba a punto de poseerme con su cuerpo; y yo incapaz de resistirme, le abría paso de forma inexorable hacia mis entrañas. Era suya, lo había sido desde meses atrás… y ahora me daba cuenta de ello. No puedo explicar sólo con palabras la placentera sensación que invadía cada rincón de mi cuerpo. Sus manos recorrían cada uno de mis miembros, cada pliegue, cada gruta…Mi cuerpo le invitaba… pero él se resistía… alargando la espera.

 Sentí, entonces, unos movimientos bruscos de su lengua dentro de mí que me hicieron moverme, retorcerme y gritar de placer; esto era sexo, sentí cómo su mano empujaba la mía hacia su engrosado miembro. Él también necesitaba sentirme, así que deslicé mi lengua por su pecho bajándole el calzoncillo con mis dientes. Mis manos acariciaban su pene, mientras le miraba, su cara era pasión, era deseo. Cuando mi boca entró en contacto con su pene, se sobresaltó y dijo con una voz ronca: cuánto he esperado por esto, Vero. Mi lengua jugaba con su pene ayudada por mis manos y sus manos enterradas en mi pelo apretaban mientras él se estremecía y convulsionaba de placer; quería que llegase al orgasmo. Sus manos apretaron fuertemente mi cabeza, haciendo que parara, mientras le oía decir: stop, please, stop; miré hacia arriba, tenía los ojos cerrados y muy apretados-¿qué ocurría?

Separó mi cabeza de su sexo y agarrada como me tenía, me atrajo hacia él mientras me atrapaba con su cuerpo. Nuestras bocas se encontraron por primera vez y volví a sentir esa energía, nuestras bocas comenzaron a explorarse y nuestros cuerpos se fundían en uno solo. Mi cuerpo encima del suyo, mis piernas le rodearon como en un acto reflejo y mis brazos subían y bajaban frenéticamente… Seguíamos besándonos como posesos, mi sexo cada vez más húmedo sintió -cual fruta madura-  cómo su pene se introducía delicadamente. ¡Oh! ¡Dios mío! . Sus embestidas eran lentas pero mi cuerpo necesitaba más, así que empecé a mover mi cadera con el mismo ritmo. Separó su boca de la mía, que estaba ya enrojecida, y me dijo: suave, no quiero hacerte daño- no pude impedir que  mi boca exhalara un gemido roto – ¡hazlo!  James sonrió someramente y empujó fuertemente; sentí, entonces, un dolor que traspasaba todo mi cuerpo hasta materializarse en un alarido. Él me miró asustado, mi cuerpo en pleno éxtasis empezaba a moverse, empujándolo más adentro, sintiendo cómo mi cuerpo se deshacía ante su presencia y dentro de mí. Ambos nos movíamos frenéticamente y al unísono, él me tomaba con sus brazos y mis piernas se entrelazaban rodeando sus miembros. De pronto, se puso de pie,  y me empujaba contra la pared. Lie Down, baby. Esas palabras y nuestros movimientos nos llevaron hasta el orgasmo más escandaloso que había tenido hasta el momento. Cuando  presentí que su orgasmo estaba al llegar, aceleré mi ritmo, a la par que su cuerpo temblaba deshaciéndose  en un orgasmo interminable… Los dos caíamos de nuevo sobre el agua burbujeante del jacuzzi. Había sido estremecedor… James me rodeó con sus brazos haciéndome sentir la mujer más afortunada del mundo.

POR FAVOR, ESCRIBAN QUE LES PARECE, IGUAL ES MUY SUBIDITO DE TONO, GRACIAS

Soñando despiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora