¿Porqué iba James a fijarse en mi?

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Judith preocupada me pregunto si me pasaba algo y yo alegue cansancio pero las anime a que ellas salieran.

Mi jefe que era todo un caballero, se ofreció y su limusina me llevo al hotel, aunque para mi sorpresa, las instrucciones que el chofer recibió fue llevarme al suyo. Le espere durante hora y media, cuando el se digno a aparecer, su actitud ante mi escapada era molesta y me sometió a un interrogatorio por haberle dejado con el culo al aire con un cliente tan importante.

No pude evitar confesarle mi sueño conJames y mis ilusiones hasta que hoy me había dado cuenta que el solo era un picaflores mas. Me trague mi orgullo y algunas lagrimas mientras confesaba y esperaba las risas de mi jefe

El intento tranquilizarme pero yo no tenía ganas de sermones. Como ya hacia un tiempo que nos conocíamos me llevo a un bar de copas y ahogamos nuestras penas en alcohol, pues él se estaba enamorando de Sara, como yo había supuesto.

El despertar del día siguiente fue horroroso para mí y aun fue peor cuando me descubrí en la cama de Diego, ¿qué locura había cometido?, pensé.Intente recordar la noche anterior, pero había bebido demasiado.

Miré el móvil y tenía 10.000 llamadas de las chicas. Intente salir de la cama sin despertar a Diego, pero en ese instante sonó unos golpes en la puerta, éste se despertó de un sobresalto y al verme en su cama una interrogación transformo su rostro.

Salió de la cama aun llevando los pantalones y fue a abrir la puerta. Yo busqué mi camisa y salí del cuarto mientras me la ponía.

Cuando llegue al “salón” me encontré con Diego y 5 personas más.

Allí estaban mis amigas acompañadas de Dan y James. Tenían las caras desencajadas y al vernos mostraron alivio y extrañeza. Y un brillo de tristeza en los ojos de Sara, debía hablar con ella en cuanto tuviera ocasión, para pedirle disculpas.

Estaban preocupados por mí, que tiernos, pensé. Se formo un caos de conversaciones y disculpas por su parte, y Diego y yo estallamos en carcajadas al comprender lo ridículo de la situación, los dos a medio vestir en su habitación de hotel.

Diego nos invito a desayunar  y el ambiente se relajo un poco, las chicas empezaron a contar su noche, que como podía comprobar aun no había acabado.

También me percate de la complicidad de las chicas con James, como miraba divertido a Judith cuando contaba algún chiste y disfrutaba escuchando a Sara relatar la noche y en especial la de Lidia y Dan que se agarraban de la mano, ¡aquí había tomate!. Mi rostro se ensombreció al pensar en que yo James con las chicas pero me alegraba por ellas, al fin y al cabo las cuatro amábamos a James.

Acabamos el desayuno y los chicos tenían que ensayar, así que nos dejaron en el hotel y ellos se retiraron.

Nos quedamos hasta casi la hora de comer en el hotel hablando sobre los chicos, como a Lidia le gustaba Dan, Judith se volvía loca con las atenciones de Luke y Sara no acababa de decirse por ninguno, lo había pasado demasiado mal en anteriores ocasiones y yo sabía que su cabeza estaba mi jefe Diego que aún estaba allí presente.

Decidí que era un buen momento para volver a nuestro hotel y me despedí de mi jefe, que quedo en hablar conmigo más tarde, en el camino al hotel, mis amigas me preguntaron por mi noche con Diego, les conté que solo era mi jefe y que su corazón, tenía dueño; mientras miraba a Sara, que no apartaba su mirada del suelo, mas tarde tendría que hablar con ella, pensé. Les conté lo avergonzada que me había sentido cuando vi a James, a causa de mi sueño y no pude evitar que mis lágrimas volvieran a salir. ¿por qué iba a creer que James se iba a fijar en mi? Mi amigas me consolaban mientras me recordaban todo lo que yo valía y como James se había comportado como un mujeriego toda la noche, era muy divertido y juerguista, pero un picaflor, como yo había imaginado.

Después de comer y turistear un poco, recibí una llamada de Diego, quería mostrarnos algo a las cuatro. Me di cuenta que se había puesto muy guapo y miraba a Sara mientras se deshacía en halagos con ella, aunque ella se mostraba mas distante que nunca con él, así que cuando tuve mi oportunidad le pregunte sobre ello y sobre la noche anterior.

Mientras se reía de mi, me tranquilizo afirmando que entre nosotros no había pasado nada y que se estaba pillando por esa mujer con tanta personalidad, así que yo ahora tenía un proyecto: juntar a Sara con Diego.

De vuelta al hotel, las cuatro conseguí hablar con ella y explicarle que esa noche no había pasado nada entre Diego y yo, y que no se mostrara tan distante con él. Pero su corazón había sufrido demasiado y no creía una sola de mis palabras, aunque salieran de mi boca. Tendría que demostrarle que Diego no es como el resto.

Soñando despiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora