Harry
Los días pasaron (diez, para ser exactos) y la rutina se repetió.
Mi alarma sonaba temprano, pero Jenny siempre se me adelantaba. Cuando entraba a la cocina, ella ya estaba ahí, tomando té y comiendo tostadas.
Estuvo reprimiendo las ganas de prepararme el desayuno. Había vuelto a hacerlo sólo una vez, cosa que me pareció un gran avance. Se excusó con que "le sobraba tiempo", pero yo sabía que la realidad era distinta. Había perdido la batalla contra la costumbre.
Después de alimentarnos, nos arreglábamos y me acompañaba al trabajo.
Su relación con Laurie se hacía cada vez más estrecha, y pasaban la mayor parte del día juntas mientras yo me ocupaba de las cosas del estudio.
Jenny me había confesado que se sentía cómoda con ella, pues no le preguntaba por sus moretones o qué le había pasado. Hablaban de cualquier cosa y en eso se entretenían.
A pesar de que no fuera una "amistad real", me hacía feliz verla más abierta al mundo, expandiendo su círculo.
Respecto a aquella noche donde compartimos cama (o sofá)... No se había repetido. Sé que dormimos abrazados el uno al otro, pero cuando desperté, lo único que quedaba era su aroma. Tampoco volvimos a tocar el tema, así que preferí darlo por zanjado, aunque en el fondo esperaba sentir su calor entre sueños.
Por otra parte, sus heridas ya se habían recuperado: su ceja y su labio volvieron a la normalidad, y las marcas en el resto de su cuerpo estaban a punto de desaparecer.
Sonreía más, hablaba más, y sus momentos de retrospección eran menos frecuentes. Los comentarios desatinados ya no le molestaban tanto, así como tampoco hablar de su familia, ni de las cosas relacionadas con Aaron. Lo de aquel fatídico viernes aún era complicado.
Había progresado tanto en tan poco tiempo que sentí la necesidad de dar un paso más. Merecía reconectarse con la vida del siglo XXI.
Ahora caminaba hacia el comedor del estudio, donde sabía que la encontraría. Sorprendentemente, estaba sola, jugueteando con el envoltorio de unos Skittles.
Me paré en el marco de la puerta y aclaré mi garganta para llamar su atención. Al instante volteó.
—¿Qué hace una chica como tú, tan sola en un lugar como este?— agravé mi voz, haciéndola reír.
—Esperar que Laurie vuelva de hacer quién sabe qué.
—Bueno...— entré en el cuarto— Tendrás que dejar de esperarla, porque te tengo una sorpresa— sus ojos se abrieron.
—¿Y de qué se trata?
—¿Te parece si vamos a almorzar?— una sonrisa se instaló en su rostro, al igual que en el mío. Asintió con alegría y se levantó de la silla, saliendo de ahí conmigo detrás.
Le pedí que fuera a buscar sus cosas y yo volví a mi oficina. En ella estaba Niall, sentado en su escritorio mientras hojeaba una revista de bodas con cara de pocos amigos.
Había empezado a dudar de su elección de anillos, por lo que estaba en busca de opciones. Llevaba los últimos tres días desesperado, llamando a cada joyería que encontraba, sólo para cortar y quejarse de los precios.
—Ojalá nunca se te ocurra casarte— espetó cuando notó mi presencia, haciéndome soltar una carcajada— Hablo en serio.
—¿Por qué tan desagradable?— pregunté riendo. Comencé a ponerme el abrigo y revisar que tuviera todo lo necesario en mi mochila.
ESTÁS LEYENDO
Jenny ➺ h.s.
Fanfiction❝Y ahí comprendí que quizás eso era. La necesidad de ayudarla no era meramente un acto de nobleza. No tenía nada que ver con lo que mamá me había enseñado, y tampoco se trataba de su novio abusivo, ni la preocupación que me generaba. Quise ayudarla...