diez

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Harry

Hoy se cumplía exactamente un mes desde que Jenny se había "mudado" conmigo. No es que hubiera estado contando los días... pero sí, los había contado. Eran treinta. 

Estuve pensando en darle un presente, llevarla a cenar o algo por el estilo, a modo de celebración. Creí que sería un bonito gesto. Desafortunadamente, todas mis ganas se esfumaron cuando le comenté la idea a Niall, quien estalló en carcajadas y me dijo que era lo más ñoño que había escuchado en la vida. Fui objeto de sus burlas lo que quedaba de la semana. 

La inseguridad me obligó a reevaluar mis planes, y sí, puede que el rubio tuviera razón: era una ñoñada. Probablemente ella tampoco se acordaría de la fecha. 

Decidí olvidarme del asunto, a pesar de la tristeza que me causaba hacerlo, y dejé que las cosas transcurrieran con normalidad hasta hoy. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para no gritarle "¡feliz un mes viviendo juntos!" a Jenny cuando la vi abrir los ojos esta mañana. 

Actualmente me encontraba en el trabajo, grabando una canción para una banda local. Joe, el bajista, estaba del otro lado de la mampara aprueba de sonido, con los audífonos sobre las orejas y la concentración puesta en su instrumento. Aunque hice de todo por no distraerme, fue imposible, pues Laurie llevaba al menos diez minutos paseándose por fuera de la cabina, asomando su cabeza por el cristal y haciéndome señas para que saliera pronto. 

Exasperado por su insistencia, paré la pista y activé el micrófono que conectaba con el otro lado de la sala, para hablar con el chico. Él me miraba desconcertado por la repentina interrupción. 

—Lo siento, amigo. Me necesitan para algo, ¿podrías darme cinco minutos y continuamos?— asintió en respuesta— Gracias, ya vuelvo— volví a cerrar el micrófono y me levanté de la silla, encaminándome a la puerta. Detrás de ella estaba la teñida, chocando sus uñas entre ellas y enterrando la punta de sus botas en el suelo. Todo en ella indicaba que estaba nerviosa.

—Perdón, no quería molestarte— se disculpó al verme con cara de ofuscado. Inhalé profundamente antes de hablar. 

No tiene porqué pagar mis frustraciones. 

—Da igual. ¿Qué sucede?— pregunté, apoyando mi costado en la pared. 

—Quería preguntarte si nos ayudarás con la cuota del pastel. Ya hablé con Niall y me dará d...

—¿Qué pastel?— la corté, absolutamente perdido con lo que me decía. Ella abrió los ojos, sorprendida por mi reacción. 

—Para Jenny— soltó con obviedad, frunciendo las cejas. No tardé en copiar el gesto, frunciéndolas aún más, si es que era posible. ¿Por qué Jenny necesitaría un pastel? Laurie pareció entender mi expresión, pues su semblante se relajó, aunque continuaba algo desorientada — Está de cumpleaños, ¿no te lo dijo? 

—¿¡Qué!?— salió de mi boca casi instintivamente. 

Sentí un torbellino de sensaciones envolverme. 

Mi presión disminuyó con la velocidad de un rayo, el estómago se me apretó en un nudo ciego y podría jurar que estaba tan blanco como el papel. 

¡No, claramente no me lo había dicho! ¡Y yo había sido lo suficientemente idiota como para no preguntarle cuándo nació! 

¿Qué día es hoy? 16 de Octubre. Tengo que anotarlo en mi mente. 

—¿No lo sabías?— inquirió ella, arrugando su nariz. Su cara daba a entender que las piezas no le estaban encajando.

Jenny ➺ h.s.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora