"No era yo... Eramos nosotros".

☠️ Obsesión...👀👣

POV: -Ritzu Ahichi ☠️

El recuerdo de unos ojos bonitos y una boca seductora podrían atormentar a cualquiera por un tiempo, pero para mi no era el físico lo que me había hecho enamorarme de ella, más bien fue esa personalidad abrumadora la que hacía que no pudiera sacármela de la mente.

Ella llegó a mi vida como una tormenta, azotó cada fibra de mi ser y me devastó sin piedad. El día que la conocí quedó grabado en mi memoria como un tatuaje imborrable...

En ese tiempo era un joven impetuoso, tan soberbio y engreído que me costaba socializar con gente de mi edad pues para mi ellos eran demasiado simples y sin aspiraciones, jóvenes soñadores que a duras penas podrían llegar a ser alguien en la vida, sabia que mi mundo era diferente al suyo y hacia tiempo que lo había aceptado, ami no se me permitía soñar, eso no estaba hecho para alguien como yo.

Mi vida ya estaba escrita y no se me permitía opinar, al igual que cada hombre de mi familia, tendría que asumir mi posición como cabecilla de la organización y asegurar un buen futuro para mi familia. El día que la conocí no había empezado como cualquier otro, era la primera vez que acompañaba a mi padre a esas reuniones pero debía empezar a familiarizarme con ellas, entre mas rápido aprendiera mas sencillo para mi seria adaptarme al trabajo.

Sin embargo había cosas que desconocía, como el hecho de que los herederos tenían un evento aparte de la reunión, una demostración simple de habilidades para enorgullecer a las familias, a mi parecer era algo absurdo he innecesario, una mera escusa para mantener su ego inflado.

Mi turno llego temprano y mi oponente seria el representante de la familia Nantouch. A simple vista parecía bastante normal a excepción de la pañoleta que le cubría medio rostro, estatura mediana y un cuerpo bien formado o almenos eso creía, debido al traje que llevaba era difícil distinguirlo, cabello castaño oscuro y ojos grandes, parecía algo ridículo que un hombre tuviera ojos tan grandes y expresivos.

Nos dirigimos al centro de la arena, para un combate cuerpo a cuerpo.

.-Están listos.- no decía el maestro de ceremonia.

Ambos asentimos tomando posiciones  y el encuentro dio comienzo.

Su habilidad para derribar era abrumadora y su agilidad me ponía en problemas, siempre tomando distancia imposibilitan dome  atacar, en el momento en que nuestras miradas se cruzaron me paralice y después de unos cuantos movimientos mas el encuentro había terminado, el estaba sobre mi aplicando presión en mi cuello y mi perna izquierda impidiendo mis movimientos, todo había terminado para mi.

Los demás encuentros prosiguieron y el se dirigió a su respectiva área, trate de seguirlo para preguntarle como es que hacia lo que había hecho pero su seguridad me impedía avanzar mas, necesitaba saber quien era, por que su toque me había distraído tanto como para no saber como atacar, algo en ese chico no era normal, mi mente y mis sentidos me lo decían.Necesitaba saber más de él, sin importar el método averiguaria todo sobre el.

Para mi fortuna nuestras familias tenían una estrecha amistad y hasta se había hablado de una posible alianza atraves de un matrimonio, esa misma noche mi padre y yo nos reunimos con la familia Nantouch para tratar asuntos relacionados con los negocios ya que ellos eran la principal red de Tailandia. Al principio todo era normal, otra aburrida cena de negocios o almenos eso pensaba hasta que ella apareció.
Estatura mediana, rostro fino y un cuerpo hermoso envuelto en una fina piel blanca un tanto brillante, sin embargo esos ojos me parecía familiares, algo en ellos me hacía pensar que ya los había visto antes y de pronto mi atención se vio capturada por unos labios de ensueño, amplios y rojos cual cerezas, eran una invitación al desastre.