Freya colocó los pasteles recién horneados y decorados en el mostrador del café en el que trabajaba. Estos eran algunos de sus mejores cupcakes de vainilla y a los clientes les gustaban mucho. A los niños les encantaban los pastelitos después de sus clases de natación. El azúcar glas ahora cubría su delantal, pero a Freya no le importaba. Mientras horneaba, Freya solía estar cubierta de todo.
Hornear siempre había sido su pasatiempo como para Alison había sido la natación (aunque Alison era más competitiva). Su amiga estaba ahora hablando con sus antiguos compañeros de natación que estaban sentados dentro del café en el que trabajaban las dos. Las dos habían tomado la oportunidad de trabajo antes de que fueran sirenas con Alison ansiosa por la natación descontada y Freya por querer un trabajo que implicaba la cocción. Solo que ahora Alison pasaba sus horas de trabajo inventando excusas de por qué dejó el equipo de natación.
No pasó mucho tiempo antes de que Alison volviera a la cocina con el ceño fruncido en su cara. Sintiéndose mal por su amiga, Freya abrió los brazos para un abrazo.
—Tus guantes están un poco mojados— señaló Alison.
—Correcto—sonrió Freya, quitando los largos guantes amarillos de sus brazos, mientras tenía cuidado de no tocar su piel. Era un poco arriesgado trabajar dentro de un ambiente que contenía agua, pero ¿por qué deberían renunciar a ella?
—¿Son todos los platos?— preguntó Alison. —Me gustaría salir a tiempo hoy. Los pasteles se ven geniales, por cierto.
—Sí, todos están lavados y sólo necesitan ser secados— Freya murmuró, odiando el lavavajillas ahora aún más con la idea de que un error podría llevar a las dos a revelar su secreto. Si otros compañeros estuvieran aquí, no les caería bien una cola.
—Y tallarlos— recordó Alison. —Odio tallar.
—Yo lo haré— ofreció Freya.
Cuando trabajaban los fines de semana, su mánager nunca cuestionaba la repentina preferencia de los guantes. Las dos tendían a escapar del lavavajillas, pero esta noche sólo estaban ellas trabajando con su gerente volviendo a cerrar una vez que habían terminado (ella estaba trabajando en la oficina). Eran increíblemente cautelosas en el trabajo sin tener un accidente hasta el momento.
—¿Te apetece nadar después de esto?— Alison le preguntó a Freya, mientras ella estaba llenando el cubo lentamente con agua. Ella ya estaba en su equipo a prueba de agua.
—No—Freya respondio, como siempre
—Tú te lo pierdes— Allison le dijo por milésima vez. —Es increíble por ahí. Yo - nosotros - podemos nadar tan rápido.
—Me gusta mi tiempo de baño con mi cola— dijo Freya. —Es mucho más seguro.
—Es más aburrido— murmuró Alison.
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COLD WATER [JACOB BLACK]
FantastikCOLD WATER [ En la que Freya vive en un pueblo donde la lluvia es constante como el respirar, donde una gota de agua puede hacer que su cola crezca. El agua fría de La Push de alguna manera hace que dos chicas se conviertan en sirenas, dejando a Fre...