Capítulo uno.

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Oí a Mali gritar mi nombre. Enseguida bajé corriendo las escaleras para ver que sucedía. Hacía ya cuatro días que estaba de visita en casa de los Hood. Mi abuela había obtenido un cariño especial por Mali y me dejaba ir a su casa cuando yo quisiera. 

—¿Qué sucede?

—¡Me llamaron para cantar en un bar el sábado por la noche!—dijo muy emocionada. 

Mali amaba cantar al igual que su hermano. Apreciaba mucho su voz. No sabía como tenían ese maravilloso don. 

—¡Eso es grandioso!—ambas gritamos eufóricas y comenzamos a dar pequeños saltos. 

Sin más nos abrazamos y me comentó que no tenía nada para ponerse en ese día. Estábamos a jueves y no teníamos nada por hacer. Así que recogimos nuestras cosas y partimos al centro comercial. 

Íbamos en el auto cuando surgió un tema muy delicado en la radio. Mali la apagó y unas rebeldes lágrimas salieron. La verdad es que, Ashton, mi propio hermano, estaba saliendo con una tal Gemma. Y en todos, absolutamente todos los medios salía aquello. Ella no podía llamarlo y decirle lo que estaba haciendo, porque no eran nada. Y seguramente Ashton no le prestaría en lo más mínimo atención. Solo atiné a mirarla y decirle—Es un estúpido. 

—No, la estúpida soy yo por ilusionarme—limpió esas pequeñas lágrimas y sonrió. No sabía como podía sonreír ante algo difícil. 

—¿Cómo haces?

—¿Hacer qué?—preguntó confundida y con el ceño fruncido. 

—Sonreír. Sonreír en estos momentos. 

—Quizás sea porque... no lo sé—rió y yo también lo hice. 

Al llegar, aparcamos el auto en el estacionamiento y nos dirigimos hacia alguna tienda de vestidos lindos. No quería ir mal presentada. En lo absoluto. Una vez que conseguimos uno para ella y otro para mi, nos fuimos hacia starbucks a tomar algo. El invierno estaba por venir y ya hacía frío. En eso el celular de Mali comenzó a sonar y se sorprendió al ver quién era. No pregunté. Esperé a que terminara así podía saber mejor.

—¡Hola!... Sí, como no... ¿Mañana?... ¡Perfecto! te extraño.... Bueno, adiós...—¿te extraño? Quién era?

—¿Quién era?

—Mm... 

—Mali. ¿Quién era?—repetí. 

—Calum. Viene mañana con los chicos—mi sonrisa enseguida desapareció. ¿Había escuchado bien? Obvio que había escuchado bien, estúpida. ¿Cómo reaccionaría Calum? ¿Y yo?

—Pero...—no me dejó terminar que habló.

—¡Vas a verlo Amy!

—Sí, así como tu también verás a Ashton—sonreí cínica.

—¡Hey!

—Tengo miedo, Mali. 

—Pues, no lo tienes que tener—sonrió abiertamente y yo le dí una pequeña sonrisa. No me esperaba nada bueno. 

¿Nosotros? |Calum Hood| #Book2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora