¿Nosotros? |Calum Hood| #Book2

Capítulo ocho.

Me desperté gracias unas suaves caricias en la mejilla derecha. Me tomó apenas un segundo recordar todo lo vivido esa misma noche, y al recordar, se formó una grande sonrisa en mis labios. 

—Amor, tienes escuela—dijo dándome un corto beso—Llegarás tarde.

Había vuelto a decirme Amor. Se sentía tan bien. 

—No quiero ir—me escondí en su pecho. 

—Tienes que ir—rió y reí con él. 

—Lo haré si me buscas tú.

—Lo que quieras, princesa—lo miré directo a los ojos y bajé la mirada a sus carnosos labios. Eran míos nuevamente. Todo él era mío. Nos quedamos así hasta que susurró—Bésame. 

—No tienes que pedirlo, corazón. 

Lo besé sin más. Mi amor era sincero y puro. Abrieron la puerta y enseguida nos tapamos con las sábanas. Era Michael, otra vez. 

—¡Woah! ¡Los voy pillando dos veces!—gritó de ¿felicidad?—Espera ¿ustedes...?

—¡Michael!—gritamos al unísono. 

—Ya, ya. Me voy—pero al parecer recordó algo—Ashton dice que llegaras tarde. 

—¡Dile que me lleva Calum!

—¿Cuándo dije que iba a llevarte?—preguntó Cal con una sonrisa divertida, y yo le pegué en el hombro lo que le hizo reír—Esta bien, esta bien. 

—Nadie te obliga a que me lleves, me iré sola ahora—dije orgullosa con una sonrisa cínica. Me levanté y comencé a ponerme ropa interior seguido de abrigarme para irme. 

—No te enojes, amor—se levantó y me abrazó por la cintura. Repartió pequeños besos en mi cuello, haciendo que arqueé la espalda y haga la cabeza a un lado. 

—N-no hagas e-eso—jadeé. 

—¿Por qué?—paró y me dio vuelta. 

—Llegaré tarde—salí de la habitación y bajé. Sabía que no iba a alcanzarme, seguía desnudo. 

Saludé a los chicos uno por uno. Estaban todos despiertos por lo que me sorprendí. Luke estaba feliz con su celular. Ashton parecía enojado. Y Mike me miraba con cara pícara. 

—Luke, ¿me acompañarías?—le sonreí.

—Claro, nena—siguió con su celular y tomo su chaqueta. 

Salimos de la casa y comenzamos a caminar. Se reía de vez en cuando con su celular y yo lo miraba tierna.

—¿Qué tanto te ríes?—reí divertida. 

—Oh, es que...—bajó la mirada—Conocí una chica...

—¡No me digas!—chillé emocionada—¿Quién? 

—Sh, sh—me tapó la boca—La conocí ayer. 

—¿Cómo?—susurré.

—La choqué, sin querer y bueno, intercambiamos números—sonrió tímido.

—¡Lucas! ¿Por qué no has contado antes?

—¡La conocí ayer, dije!

—Igual.

Me siguió comentando sobre aquella chica, y que tenían muchas cosas en común. Era fan de ellos y me contó que lloraba cuando lo vio. Me enternecí. Llegué a la escuela y me despedí de él, para luego entrar en la horrorosa escuela. 

*

1...

2...

3...

Timbre.

Salí prácticamente corriendo para encontrarme a mi hermoso Calum. Corrí hacia él y me cargó. Rodeé mis piernas en su cintura para acto seguido besar sus labios. 

—¡Eres una zorra!—gritaron.

—¿No estabas con Luke?

—¡No vales la pena!

Hice caso omiso a los comentarios al igual que Calum y nos subimos al auto. El camino fue silencioso. Aunque a veces nos dedicábamos algunas miradas y sonrisas. Llegamos a un pequeño parque y algo extrañada bajé. Estaba callado y pensativo. Sacó unas cosas una manta a cuadros y un bolso con comida. 

—Calum, estamos en invierno. 

—¿Y?

—Nada...—sonreí y nos dirigimos a una parte con césped. Colocó la manta y nos sentamos encima de ella—¿Sabes? Te extrañé mucho durante todo este tiempo.

El se tensó. 

—Amy, tengo algo que decirte...—dijo dudando.

—¿Es malo?

—No lo sé.—sonrió—Depende de cómo lo tomes. 

—Bien, dime. 

Corrió la comida y comenzó a acercarse a mí quedando a milímetros de mi. Miró mis ojos, y luego mis labios. Así. Entonces susurró—Amy, ¿te gustaría ser mi novia?