Capítulo cinco.

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Desperté nuevamente destrozada. Sin ese entusiasmo de vivir. Simplemente necesitaba el algo por qué luchar en mi vida. Y no lo tenía. Tomé ropa y me adentré en la ducha. Otro día más, me dije. Al finalizar, tomé mi mochila y bajé para encontrarme con Ashton. Tomé la caja de leche y tomé de allí. No tenía muchas ganas de desayunar. 

—Enana, hoy iremos a un parque de diversiones.—sonrió Ash.

—¿Y si digo que no?

—Irás. Es una orden.

—Te odio. 

—Yo no—suspiró y me dedicó una sonrisa. 

Yo en cambio no tenía ni la más mínima intención de sonreír, o reír. Todo por él. Tenía un gran impulso de ir decirle todas las cosas que sentía, pero el orgullo era más grande. Porque así era siempre. Y no lo rompería para salir herida. ¿Por qué él podía ser feliz y yo no? Era injusto. 

Ashton aparcó el auto en el estacionamiento y bajé en silencio. Él y los chicos habían dejado la escuela cuando surgió el tour. Por lo tanto me tocaba pasarlo sola, comer sola, y hasta pasar clases sin nadie con quién hablar. Muchos se acercaban a saludarme o preguntarme cosas irritantes como "¿Le dirías a tu hermano que me siga en Twitter?" A lo que yo siempre quedaba mirando con el ceño fruncido. ¿Qué se creen? ¿Qué soy la paloma mensajera? Oh no. 


Las clases transcurrieron normal. Busqué con la mirada el auto de Ashton pero me dio curiosidad ver por qué tantas chicas se acumularon al rededor de alguien o algo. Finalmente vi como alguien trataba de salir y era Luke. Rápidamente me acerqué a la escena y Luke me tomó la mano para alejarnos de las tantas fans. 

—Creo que no podremos salir más, linda. 

—Al parecer tus fans te anhelan mucho. 

—Como no tienes idea, y yo a ellas.

Le sonreí y lo abracé para ir luego ir caminando a casa de la misma forma. Platicábamos de incoherencias y reíamos de cualquier cosa. Me gustaba pasar tiempo con él. Aunque nada podía comparar con Calum.

Llegamos a mi hogar y tomé las llaves para abrir. Me encontré a Michael corriendo en boxers, luego pasó gritando mi hermano en las mismas condiciones y luego pasó Calum caminando, con cara de pocos amigos.

Tiré mi mochila al piso y grité —¡¿Qué están haciendo?!

Ambos pararon y se chocaron cayendo al piso. Reí ante sus actos y me acerqué junto a Luke para ayudarlos. Calum estaba serio. No demostró ningún intento de ayuda. Ya me estaba cansando lo suficiente. Hice que Ashton y Mike se fueran a cambiar y suspiré algo frustrada.

—Princesa, no te enojes...—trató de decir Luke, pero alguien lo paró.

—¿Princesa? ¿Así es como le dices?—sonrió cínico—Esperaba más de ti, Hemmings.

—Le digo como quiero.—respondió entre dientes.

—¿Ahora son novios? Los felicito.

—¡¿Quieres callarte?!—intervine.

Calum sólo le dedicó una mirada llena de furia a Luke y se fue a la cocina.

Evité a todos y me dirigí hacia mi habitación. Necesitaba descargarme con algo. Saqué de mi campera los cigarrillos y encendí uno. Golpeaban la puerta pero no me importó. Hasta que me hartaron demasiado y abrí.

—Vamos.—dijo Ashton.

—No pienso salir.

—Vamos, no te hagas la dura.

—No.

—Te compro lo que quieras.

—Esta bien.—suspiré de mala gana y bajé junto a él.

Nos subimos a la gran camioneta de Michael y partimos al parque de diversiones.

No tenía ganas de hablar. Debo admitir que traté muy mal a Luke cuando me habló diciendo que habíamos llegado.

—Luke, lo siento...—bajé la mirada y lo abracé.

—No importa, linda.—sonrió.

Entramos luego de pagar las entradas y algunas que otras fans se acercaban pero eran tranquilas. Yo no podía creer lo tranquilas que eran adelante de sus ídolos, yo en su lugar creo que hasta babeo.

Nos adentramos en el parque y decidimos ir primero a la montaña rusa. Los chicos fueron a pagar mientras yo me quedé con Calum. Los odiaba por el hecho de que me habían dejado con él. Peiné mi cabello con las manos y se hizo notar lo nerviosa que estaba.

—¿Con que ahora estas con Luke, eh?—rompió el silencio.

—No estoy con él. Y no es de tu incumbencia—respondí seca.

—Creeme que no lo es.

No soportaba más necesitaba decirle todo.

—¡Deja de hacerte el que no le importa una mierda la vida! ¡¿No viste todo lo que sufrí cuando te fuiste?! ¡NO! Porque no estuviste. ¡¿No sabes cuanto te amo a pesar de todo?! No sabes cuantas noches lloré por ti. No, no sabes nada.

El solo me miraba atónito, yo seguía escupiendo palabras. Hasta que fui callada. Sí, fui callada por un beso.

¿Nosotros? |Calum Hood| #Book2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora