Volví a volar, veía los árboles debajo de mí, cada vez se veían más pequeños, los edifícios comenzaban a perder imponencia, ya no eran tan enormes, yo estaba elevándome hacia la oscuridad del infinito, saliendo de este planeta, siempre era incómodo cruzar la capa de contaminación que tenía la atmósfera, aunque siempre me hacía reír, tenía un olor extraño y gracioso. Volví a sentir el viento una vez más antes de entrar al vacío...
¿O salir?, nunca he sabido cómo debería decirlo, salía del planeta y entraba al infinito, pero cuando algo se expande hasta más allá de la imaginación, ¿es correcto decir que se entra en eso?, una no dice que "entra" cuando sale a la calle, ¿por qué lo decía entonces cuando cruzaba la frontera entre el mundo y el espacio?... Creo que me gusta decir "entrar" porque suena más poético... En cambio, "salir" suena un poco triste, solitario
En fin, hacía un tiempo que no lograba despegarme del piso, sentía muy pesado mi cuerpo, pero hoy por fin pude volver a volar
Llegamos a la luna, estaba preciosa, su superficie estaba brillando como siempre, el brillo que destella al reflejar la luz del sol es hermoso, es blanquecino y plateado, no puedo decir solo uno, siempre son ambos. La luna siempre estaba calmada, siempre estaba en silencio, siempre estaba vacía, pero no podías sentirte sola debido al brillo tan hermoso que siempre proporcionaba, aunque si lo veías directamente por varios minutos, comenzabas a marearte
Además no me sentía sola, porque de hecho no estaba sola, yo sola nunca podría llegar hasta la luna, yo sola nunca podría si quiera despegar mis pies del suelo y comenzar a volar...
Ahora que lo pienso, ni siquiera volaba, más bien, solo era atraída, ella era quien me elevaba y me hacía volar sobre el mundo, a veces solo me miraba y sonreía, después ambas nos elevábamos, a veces me tomaba de la mano y me llevaba de ella, esa era mi favorita, a veces no íbamos a la luna, solo volábamos al rededor de lo que fuera, en cualquiera de las dos, yo me sentía feliz
Aunque no sé qué tan feliz estaba en este momento, es cierto que me alegró haber podido volar después de varios días, pero aún no puedo creer que deba hacer eso, no quiero... Pero ella me lo pidió directamente
Me senté en el borde de un pequeño cráter, una de esas cicatrices de la luna, me senté ahí y miré hacia la tierra, siempre con ese color azul que es tan bonito, aunque en esta ocasión el planeta estaba un poco nuboso, pero nada importante, aún podía disfrutar del color azul tan melancólico
Ella me dijo que no me preocupara, que iba a estar bien, que era inevitable, que en algún momento debía hacerlo, respondí que era verdad y que suponía que en el fondo lo sabía, pero había tratado de negarlo hasta el último momento, no me gustaba la idea, después de todo
Ella me tomó de la mano, amo cuando lo hace, es tan cálida, suave y tiene un agarre lleno de ternura
"Honoka..."
Ella me sonrió, volvió a decirme que no me preocupara, que todo estaría bien, yo dije que no me preocupaba, solo no quería hacerlo
"Honoka..."
Ella me besó en los labios, eso es lo que más amo de todo, cuando me besa con ese cariño que solo anhelo de ella, amo tanto que haga eso que incluso siempre se me escapan algunas lágrimas
"Honoka..."
Al separar el beso, ella volvió a sonreírme mientras se levantaba, haciendo que yo me levantara también, sin soltar mi mano dijo que debíamos volver, yo estuve de acuerdo