Nico se acercó a Honoka, colocando una mano sobre su espalda
Nico: ¿Estás bien, Honoka?.
La pelijengibre vomitó una vez más, después de unos escupitajos, estiró su mano hacia Nico, esta la tomó para ayudarla a reincorporarse
Honoka: Me tiemblan las piernas, ¿podemos sentarnos un momento?.
Nico: Claro, ven.
La pelinegra ayudó a Honoka a caminar para poder sentarse en el pasto bajo la sombra de un árbol, una vez ahí, Nico le ofreció una botella de agua a la ojiazul
Honoka: Gracias.
Nico observó a Honoka mientras esta se enjuagaba la boca y escupía a un lado de ella
Nico: ¿Estás bien?.
Honoka bebió agua, luego tapó la botella para sostenerla contra su frente mientras cerró los ojos
Honoka: Sí, es solo que no estoy acostumbrada a tanto esfuerzo físico... Además el calor está terrible.
Nico: Por eso te dije que no te sobreexigieras, los días anteriores me habías dicho cuando te cansabas, ¿por qué ahora no?.
Honoka: Lo siento, esperaba aguantar un poco más.
Nico: Aunque la verdad no hicmos demasiado, ¿de verdad estás en tan mala forma?.
Honoka: Es que me la pasaba encerrada en casa, solo salía algunas veces para entregar algunos pedidos o a comprar algo, pero solo eso.
Nico: Ya veo, eras casi una hikikomori.
Honoka: Algo así.
Nico: Entonces te comenzaré a llamar Honokomori.
Honoka dio una ligera risa
Honoka: Me gusta.
Nico: Lo mejor será que vayas a tu casa, el lunes seguiremos entrenando, necesitas mejor condición física para que soportes el baile y el canto.
La ojiazul miró a Nico con cierta aflicción
Honoka: Discúlpame, Nico, solo nos estoy retrasando.
La pelinegra movió su mano frente a sí con cierto desdén
Nico: No te preocupes, no tenemos una presentación cerca o algo por el estilo.
Dicho eso, ambas quedaron en silencio por un momento mientras miraban hacia el horizonte
Nico: Lo que estoy pensando es, ¿en dónde vamos a practicar el baile?.
Honoka: ¿Todos los espacios están ocupados?.
Nico: Sí.
Honoka: ¿Qué tal en el techo de la escuela?.
Nico: Podría ser, pero no sé si nos lo permitan.
Honoka: Le preguntaré a la directora, ella dijo que la consultara para cualquier cosa que necesitara.
Nico: Ya veo, eres influyente, eh?.
La pelinegra rió
Honoka: No te emociones, no sé si nos dará permiso, además, solo le preguntaré por eso.
Nico: Mou, yo quería que le sacaras más presupuesto para el club...
Nico volvió a reír
Nico: En fin, yo creo que mejor lo dejamos aquí, ¿puedes caminar?.
Honoka: Creo que sí.
Honoka se levantó lentamente
Honoka: Siento las piernas temblarme.