Masumi: Bienvenida.
Masumi se dispuso a atender a una clienta que ingresó a la tienda, momento en que también entraron Honoka y Yukiho por la puerta entre la tienda y la casa
Yukiho: Ya me voy, mamá.
Masumi besó la frente de su hija menor
Masumi: Diviértete.
Ambas se sonrieron
Yukiho: Gracias, nos vemos mañana.
Honoka: Ahora vuelvo, mamá, acompañaré a Yukiho.
Masumi: Está bien, con cuidado.
Ambas se sonrieron, después las hermanas se retiraron
Honoka: Me alegra que tengan un día de diversión Alisa y tú. El último mes estuvieron muy ocupadas con sus presentaciones.
Yukiho: Sí, al menos podremos disfrutar estos días antes de que terminen las vacaciones y seamos alumnas de segundo año de preparatoria.
Ambas se sonrieron, volviendo a mirar al frente
Yukiho: ¿Y ustedes dos sí tendrán hoy su luna de miel?.
Honoka: Sí, por fin tendremos nuestro día especial.
Yukiho: Me alegro, no han tenido una cita en un tiempo.
Honoka: Lo sé, pero hoy consentiré a mamá, la llevaré a un spa, luego a comer y después a donde ella quiera.
Yukiho: Qué tiernas.
Ambas llegaron a la casa de la familia Ayase, abriendo Alisa después de unos segundos del llamado
Alisa: Hola, Yukiho, me alegra que llegaras.
Ambas menores compartieron un corto beso
Honoka: Bueno, ya me voy, que se diviertan.
Alisa: Gracias, Honoka-san.
Yukiho: Nos vemos mañana, onee-chan.
Honoka le sonrió a ambas, después se retiró del lugar
...
Cuando Masumi vio a Honoka entrar a la tienda, notó que tenía las manos detrás de ella
Masumi: ¿Qué pasa, hija?, ¿me ocultas algo?.
Ambas rieron
Honoka: Te amo, mamá, hoy voy a consentirte, quiero que sea un día que recuerdes toda tu vida.
Honoka le extendió a su madre un ramo de flores
Masumi: Aww... Honoka, qué tierna eres, son preciosas...
Masumi recibió las flores, olfateándolas mientras sonreía
Masumi: Me fascinan, muchas gracias.
Honoka y Masumi compartieron un tierno beso, luego la mayor rió
Masumi: Debemos cerrar la tienda, no nos vaya a ver la clientela.
Honoka también rió
Honoka: Es cierto, mi error.
Honoka sacó la lengua juguetonamente, después caminó para cerrar la tienda, pero al momento de terminar, Masumi la abrazó por la espalda
Masumi: ¿Y a dónde me vas a llevar?.
La pelijengibre giró ligeramente su rostro para mirar el de su madre
Honoka: Iremos a un spa para que te traten como reina.