Mizuki se había despertado por culpa de los odiosos rayos del sol quien violentamente golpearon su cara, pero eso no le importó mucho había algo que la tenía confundida; un sueño. Ese sueño donde se veía a ella misma de una manera aterradora: sus ojos eran rojos, tenía una cara que daba miedo, había sangre humana en sus manos y repetía que quería matar. De pronto un hombre de expresión fría, largo cabello plateado y ojos dorados, la tomaba del cuello y la abofeteaba hasta que ella pudiera volver a la ser normal
-Inepta igual que tu padre- la soltó y se alejó
Después de esas palabras despertó y se encontraba a ella misma diferente, bostezó y se dio cuenta que tenía colmillos más grandes que antes, sus uñas y cabello habían crecido también y sus sentidos estaban más agudos que el día anterior. Comenzó a asustarse y volteo a ver su mesita de noche en la cual había una carta y un regalo.
Tomo la carta y la leyó:
“Mizuki:
¡Feliz cumpleaños mi querida Mizuki! Hoy es un día muy especial, porque cumples quince, estoy tan orgullosa de ti hija que no me imagino mi vida sin ti, incluso aún recuerdo cuando eras pequeña y corrías con tu tío Souta por las calles de la ciudad..., que bellos recuerdos. Bueno en fin quería darte un regalo antes de irme a trabajar, pero te veías tan dulce durmiendo que no quise despertarte y dejé el regalo en tu mesita de noche. Ese regalo es un viejo collar que nunca debes sacarte, te explicaré todo esta noche cuando regrese. Recuerda que te amo con todo mi corazón eres la luz de mi vida…
Con amor tu madre”.
Se sintió mal después de leer aquella nota, porque recordó como había tratado a su madre la noche anterior, abrazó la nota y se sintió la persona más afortunada del mundo por tener una madre así como lo era Kagome. Tomó la caja que estaba en la mesita y la abrió dejando ver un hermoso collar con la piedra lunar.
-Mi mamá dijo que era un viejo collar, pero parece como si fuera nuevo y costoso- se lo puso y una luz emano del collar- ¿Qué pasa?
Después de que el collar emanara la luz los cambios que había sufrido la apariencia de Mizuki, se habían normalizado y al notarlo fue corriendo al baño para verse en el espejo del baño. Al ver su reflejo se dio cuenta que era como antes: “normal”, pues hasta el color de sus ojos era como antes: chocolates. Se sintió feliz de ser normal, así que se dirigió a la habitación y se estiro en su cama con una gran sonrisa. Tomó su celular y vio la hora, diez con cincuenta y ocho minutos
-¡Demonios!- gritó mientras se levantaba de golpe- soy una torpe
Había notado que era demasiado tarde y ella tendría que haber estado esperando a Shinto hace ya un buen rato; se vistió rápidamente usando una blusa roja, amaba ese color, y unos shorts negros. Corrió hasta el templo para llegar a tiempo, pero eso era imposible, pues ya se había retrasado diez minutos. Al llegar entró, y vio a Shinto apoyado en la pared, ella se acercó feliz al encuentro con su novio quien también se había acercado.
-Feliz cumpleaños, Mizuki- la besó y ella obviamente correspondió
-Gracias Shinto- dijo al separarse de él
-¿Lista para tu regalo?- tomando el mentón de la chica
-Si eso creo- sonrió
Shinto comenzó a besarla lentamente, pero luego el ritmo empezó a aumentar y el tomó a Mizuki llevándola al pozo que estaba sellado; el cuerpo de él comenzó a aprisionarla, sus manos habían bajado desde su cintura hasta sus glúteos y su boca bajó hasta el cuello. Mizuki reaccionó…
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Mizuki, la hija de InuYasha
RomanceDespués de que Kagome vuelve a la época antigua, pasa un tiempo y todos son felices, pero esa felicidad no duró mucho. Un día InuYasha cita a Kagome y ahí le confiesa que ya no la ama y que es mejor que vuelva a su época, que en este lugar ya nadie...