Corrió hasta donde se encontraba Tackey, aunque Mizuki expulsó el veneno, aún quedaban secuelas lo que le produjo al chico los llamados “efectos secundarios”; fiebre y escalofríos, por sólo nombrar algunos. No eran efectos tan grandes, pero aun así despertaron la preocupación por parte de Mizuki, quien tenía pequeñas gotas de cristal en sus hermosos ojos dorados. InuYasha quedó completamente conmovido ante aquella escena que tantos recuerdos le traía, recuerdos sobre su amada Kagome y él cuando estaban juntos. Mizuki llamó a Tackey y este al escuchar su voz se estremeció, pero cuando estaba a punto de contestarle en su mente pasó la imagen de Aiko opacada por la imagen de Mizuki.
Abrió los ojos de golpe y se encontró con la hermosa mirada dorada de Mizuki que lo veía con cristalinas lágrimas bajando por sus mejillas, él, algo mareado y confundido por lo que vio anteriormente, se dejó llevar pensando que aún estaba alucinando, así que pasó su mano por su mejilla. Después se levantó tambaleándose y se acercó al rostro de Mizuki con la intención de tener cerca de él aquellos labios con aroma a cerezas que… le resultaban peligrosamente atrayentes. La chica por otro lado estaba totalmente petrificada, no reaccionaba y tampoco quería reaccionar, quería sentir los labios de él junto a los de ellas. Era un momento totalmente romántico, pero no todos lo toman de esa manera… InuYasha al ver sus rostros tan cerca, se enojó y los separó de golpe a los dos; se puso al medio de ambos y con sus manos tapó la boca de Mizuki y con la otra la boca de Tackey.
Tackey reaccionó y terminó de despertar, no entendía nada de lo que había ocurrido, pero como un puñetazo llegó a su mente lo que estaba a punto de hacer… sólo se sonrojo, miró a Mizuki quien también estaba sonrojada
-Lo siento Mizuki- articuló Tackey
-Si menos mal te disculpas ¡idiota!- dijo InuYasha haciéndose notar
-¿InuYasha? ¿Cuándo llegaste?- lo miró confundido
-Siempre estuve aquí ¡tonto!- le gritó
-Y viste TODO- marcando con su voz la palabra todo
-Pues que más esperabas, por supuesto que si- ahora estaba más enojado
Mientras esos dos se lanzaban miradas llenas de relámpagos y sus mentes pensaban como matarse sin dejar huellas, Mizuki se hallaba en las nubes aun confundida por lo que pasó hace poco. Su corazón estaba muy acelerado, se sentía nerviosa, inquieta y… ¿feliz? ¿Por qué debería sentirse feliz, si aquel muchacho estaba enamorado de otra chica?
"Porqué diablos pienso eso, a mí no debería importarme si le gusta una chica o no, no es de mi incumbencia, pero aun así no puedo evitar que me dé algo de ira…¿Qué es esto que siento en mi interior? ". Pensó la chica mientras apretaba fuertemente sus puños.
-Mizuki ¿te encuentras bien?- dijo Tackey tocándole el hombro
-Si estoy bien- lo miró fríamente- ¿Podrias devolverme mi collar?
-Si claro- extendió su mano y le entregó el collar a la niña
-Bueno si eso es todo, nos vamos a la aldea Mizuki- dijo InuYasha comenzando a caminar
-Espera InuYasha- interrumpiendo su caminar- si no es molestia quisiera llevar a Tackey conmigo a la aldea- miró el suelo
-¿¡Qué!? ¿Y eso porque?- la miró sorprendido
-Él está herido y es por mi culpa, quiero ayudarlo… se lo debo- levantó su mirada, tenía una mirada decidida muy parecida a la de InuYasha
-No me debes nada Mizuki, incluso está herida es insignificante- tratando de ponerse de pie, pero de todas maneras cayó y ella fue a verlo
ESTÁS LEYENDO
Mizuki, la hija de InuYasha
RomanceDespués de que Kagome vuelve a la época antigua, pasa un tiempo y todos son felices, pero esa felicidad no duró mucho. Un día InuYasha cita a Kagome y ahí le confiesa que ya no la ama y que es mejor que vuelva a su época, que en este lugar ya nadie...