A la mañana siguiente se despertaron, desayunaron se alistaron y finalmente dieron marcha a la época antigua, pero como siempre había un pequeño inconveniente, una pelea entre Kagome y Mizuki. La chica quería ir a la época antigua sin su collar, pero Kagome insistía en que sí lo llevara, finalmente aceptó y fue a su habitación por él. Hay algo en lo cual nunca debes confiar, una chica que quiere hacer lo que ella quiera… Mizuki saltó por la ventana y se fue a la época antigua gritando: “¡Igual me salí con la mía!”, sus padres miraron con los ojos de plato a su hija, pero de todas maneras les causó gracia a ambos, ya que aquel gesto les recordaba el uno al otro
-Es igual a ti InuYasha- dijo Kagome con una sonrisa pequeña
-¿A qué te refieres con eso? Yo encuentro que es igual a ti- dijo InuYasha pasando su brazo por los hombros de ella
-Me refiero a que es igual de obstinada que tú- miró a InuYasha
-A mi parecer es igual a ti cuando tenías su edad, o ya se te olvido el: “me voy a mi casa, tonto”- imitando la voz de Kagome
-InuYasha… osuwari- dijo Kagome e InuYasha se fue de golpe al suelo
-¿Por qué…?- despegando su cara del suelo
-Ya sabes que detesto que finjas mi voz, yo no hablo de esa manera- enojada y dándole la espalda al hanyou
-Si, si hablas así- dijo sonriendo
-No, no es cierto- decía aún enojada y obstinada
-Ves, eres igual a Mizuki- poniéndose de pie
-Ya vámonos, cachorrito- ahora ella burlándose
-No me digas “cachorrito”- reprochando
-Pero si eres un cachorrito, mi cachorrito- besando sus labios- pero ¿sabes algo? llevaremos comida de aquí, para que no cocinemos, por hoy no tengo ganas de cocinar
-Perezosa- susurro InuYasha
-¿Qué dijiste?- miró a InuYasha llena de ira
-Nada, nada- excusándose
En la época antigua Mizuki había salido del pozo, aun riéndose por salirse con la suya y se dirigió rápidamente a la casa de Sango, ya que desde ese lugar provenía ese aroma que la hacía suspirar y también que su corazón se agitara de manera sobrenatural. Al llegar su corazón se paró en seco, ahí estaba claramente Tackey, pero no estaba solo, estaba con una chica de largo y ondulado cabello rojizo que usaba la misma ropa que él y se estaban abrazando. Los ojos de la hanyou se humedecieron y prefirió salir de ahí que seguir viendo esa escena que le rompía el poco a poco el corazón; en el poco tiempo que conocía a Tackey, se había enamorado de él perdidamente y por fin había creído que no volvería sufrir por un chico, pero parece que se equivocó. Corrió sin darse cuenta a donde iba, de repente chocó con el pecho de alguien, quien la abrazó
-Mizuki ¿Qué pasa?- decía una voz masculina que ella reconocía perfectamente
-Shippo…, Shippo vi a Tackey con otra chica- estalló en llanto
-Mizuki a ti ¿te gusta Tackey?- confuso
-Sí, me gusta e incluso siento que me enamoré de él- se aferró aún más en su pecho
-Esto es extraño, ayer me contó Sekai que él había venido a ver a Aiko para preguntarle como conquistar a una chica- sin dejar de abrazar a su hermana
-De seguro que era por esa chica que estaba con él ahora- ya algo más calmada
-No lo sé…- levantó su mirada y vio a Tackey que lo miraba furioso
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Mizuki, la hija de InuYasha
RomanceDespués de que Kagome vuelve a la época antigua, pasa un tiempo y todos son felices, pero esa felicidad no duró mucho. Un día InuYasha cita a Kagome y ahí le confiesa que ya no la ama y que es mejor que vuelva a su época, que en este lugar ya nadie...