La sangre no paraba de caer, el color de la piel de Mizuki había cambiado, estaba completamente pálida. Lina estaba más que feliz con lo que le sucedía a la chica y como estaba a punto de morir, todo lo planeado se iba a cumplir a la perfección.Por otro lado Zifrina trataba de saber si la, ahora, humana estaba bien y consciente, pero mientras llevara la piedra lunar con ella, su mente estaba totalmente bloqueada.
-Lina- llamó Zifrina a su madre y ésta volteó- ya tienes suficiente sangre y también está completamente indefensa, toma la maldita piedra y deja a la chica en paz
-¿Desde cuándo a ti te preocupa esta mocosa? Porque te recuerdo que tu fuiste quien hizo que esta chica cayera en nuestra trampa, sinceramente hacer que ese maldito lobo casi abusara de ella mediante un conjuro sólo podía ocurrírtele a ti- esbozó una sonrisa, Zifrina palideció notoriamente, mientras que los presentes la miraban con mucho odio.
-¿Eso es cierto?- dijo Tackey y los demás esperaban la respuesta de la chica
-Sí, es cierto- bajó su mirada-¿¡Cómo pudiste!?- tomándola por los hombros
-Lo siento, no sabía cómo era ella en realidad, me dejé llevar por la envidia y porque esa maldita mujer me convenció- tenía lágrimas en los ojos
-Si Mizuki no sale viva de esto, juro que te matare con mis propias manos- la amenazó Tackey mientras la soltaba
-Bueno, bueno al fin se aclaró todo y es mi turno de atacar- arrancó el collar de la chica y se lo puso, tomó la sangre de la chica y la bebió- soy la yokai más poderosa de este mundo y nadie podrá detenerme
De la nada Mizuki despertó aún muy mareada y con los brazos adoloridos, ahí fue donde recordó que Lina había cortado sus brazos, sentía como sus parpados le pesaban como si estuvieran hechos de cemento, levantó su cabeza con dificultad y vio a Zifrina, entonces recordó al padre de la yokai
-Zifrina- llamó Mizuki a la yokai, lo cual sorprendió a todos, pues estaba viva- tu padre… tu padre está vivo, Lina lo tiene encerrado en los calabozos…- no alcanzó a decir más pues Lina la abofeteó
-¡Cállate maldita niña!- dijo Lina furiosa
-No lo voy a hacer, voy a pelear, por cada segundo que me quede de vida, voy a pelear- levantó su mirada llena de valor- ¡no dejare que te salgas con la tuya maldita bruja!- dijo Mizuki igualmente de furiosa- Zifrina ve a buscarlo que te necesita para poder salir, lleva a mi madre ella es la única que puede sacar el campo
-Pero que dices Mizuki, mi padre está muerto- miró los ojos de la chica
"No seas tonta Zifrina, que no es momento para dudar de esto. Ahora ve y date prisa". Le comunicó mediante un pensamiento y Zifrina asintió.
Rápidamente Zifrina corrió cogiendo a Kagome de la mano, mientras que Sesshomaru, InuYasha y Tackey miraban fijamente a Lina que de un momento a otro atacaría, ya que en su interior se hallaba la sangre de la chica y llevaba la piedra con ella
Kagome no sabía que sucedía, pero confiaba en lo que su hija estaba tramando. Siguieron corriendo hasta que llegaron a la puerta trasera, pero estaban unos cuantos sirvientes de Lina haciendo guardia, así que lucharon contra ellos, Zifrina utilizando sus rayos y Kagome sus flechas. Eran alrededor de unos diez, así que no se tardaron mucho en derrotarlos. Cuando terminaron, la yokai utilizó su fuerza y poderes para abrir la puerta sin dificultad, corrieron hasta ver una luz de color violeta, donde se siguieron acercando. Zifrina al ver a su padre, le brotaron las lágrimas, puesto que no había visto a su padre durante muchos años, trató de acercarse, pero aquella barrera se lo impidió
-Zifrina no te acerques, esta barrera la puso Lina para evitar que saliera- miraba a su hija- si llegas a tocarla, te purificará
-Padre, han sido tantos años que estuve sin tu amor que lo único que quiero es abrazarte- lloraba a cantaros
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Mizuki, la hija de InuYasha
RomanceDespués de que Kagome vuelve a la época antigua, pasa un tiempo y todos son felices, pero esa felicidad no duró mucho. Un día InuYasha cita a Kagome y ahí le confiesa que ya no la ama y que es mejor que vuelva a su época, que en este lugar ya nadie...