Capítulo 53

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Y ahí estaba ella dentro de cuatro paredes, trayendo a este mundo a la pequeña y hermosa personita que llegaría a no hacer más que completar nuestras realidades, pero ¡diablos! cuando la vi tirada y con unos dos tonos de piel más pálido de lo habitual, ¡Dios mio! juro que deje de respirar por unos momentos, no sabía que podría pasar o quizá sí lo sabía y mi mente se encargó de desechar aquello.

Hoy me doy cuenta que yo no podría seguir sin ella, pues Elizabeth Longoria había traído vida, esperanza, color, pero sobre todo me había regresado la vida. Yo solo estaba en busca de una niñera para mi hija y alguien que me ayudara a recuperar aquel nombre que una relación fallida y chismes me hicieron perder; pero entonces cuando creía que no merecería realmente nada, llegaste tú haciendo todo lo que quisiste, amándome a puertas cerradas, amándome en secreto mientras yo como buen ciego seguía en la vida estúpida que tenía, jamás te rendiste, jamás lo hiciste te mantuviste fuerte y me hiciste fuerte a mí también.

Me entregaste, no solo tu cuerpo, también tu alma y sobre todo ese corazón magnífico, ese que atesoro día a día, no sabía que iba a llegar lo que a gritos le pedía al universo, siempre te soñé y aunque jamás pensé conocerte sé que hoy en día mi mayor error sería dejarte ir.

-Familiares de la señora Jonas- esas palabras hicieron que saliera de mi ensoñación y me acercara a la par que todos los demás lo hacían. Este tipo de situaciones me recordaba lo afortunados que éramos al tener a los mejores amigos y familia, a aquellos que quedaban era porque en realidad nos estiman, podía jurar que mi rostro se reflejaba en la angustia de todos y cada uno de ellos puesto que al escuchar a la médico hablar dejamos de respirar un momento – las dos están bien Nicholas, felicidades- pude percibir un fantasma de sonrisa debajo de ese cubreboca, fue solo entonces cuando pude volver a respirar de manera un poco normal .

-¿Puedo verlas? – pregunte en el momento en el que todos detrás de mí hacían pequeños bailes y aplaudían, olvidando por unos momentos que nos encontrábamos en un hospital, solo recibí como respuesta un asentimiento y fui tras ella, mis manos sudaban y fue por eso que un acto reflejo las talle contra mis jeans, mi pecho subía y bajaba de una manera en la cual no tenía yo el control. Al cruzar esa puerta iba a ver a la mujer que me había hecho el hombre más dichoso de este planeta; esto a mí vista claro. Y así fue, la puerta se cerró detrás de la médico que había llevado a cabo la tarea de traer a mi pequeña al mundo y ahí estaba ella.

La mujer de mi vida sosteniendo entre sus brazos a una de las chicas que desde hoy había robado mi corazón y lo había hecho sin que yo pudiera ver lo perfecto que era ese rostro, sus ojos se encontraron con los míos y en una invitación tan íntima y silenciosa me acerque a ambas.
-Hola papá – fueron esas dos las palabras que dijo esa hermosa mujer, Dios mío si no la conociera tan bien podría decir que se ve tan magnífica y reluciente pero yo sé que no es así, y ella también sabe que estoy al tanto de todo – Grace – habló para la mujer detrás de mí - ¿Crees que nos podrías dejar un momento a solas? – sin decir nada más la puerta se cerró dejándonos ahí a los 3 nada más – Charlotte está muy bien, lo sabes ella es tan hermosa como tú, tiene tus ojos, el mismo color de cabello e igual que Lizzy comparten el mismo tono de piel, ¿quieres sostenerla? – yo solo pude dar un asentimiento.

Cuando tuve a ese pequeño ser entre mis brazos mi corazón estalló en una alegría enorme, sin duda era un hombre con suerte - Sí, soy el hombre que desde siempre te esperaba y hoy admito que aunque fuera una locura yo te amaba, en mi corazón yo tu espacio guardaba, pero ahora que estás aquí, Charlotte, veo el amor convertido en ti. Gracias de nuevo – dije viendo al amor de mi vida Elizabeth a los ojos, ella solo me regaló una tierna sonrisa.

Una sonrisa que poco a poco fue disminuyendo, los médicos dijeron que el golpe que ella se había dado con las esquinas de las escaleras en la cabeza podían traernos todo tipo de consecuencias pero lo que era una emergencia era llevarla a labor de parto para que pudieran ver a Charlotte, y así se hizo, Elizabeth cumplió con su objetivo, ella trajo a mi hija a mundo sana y salva ahora debíamos centrarnos en su salud y revisar, haciendo todos los estudios que fueran necesarios –Nick pude ver la muerte mientras rodaba escaleras abajo, pero estoy aquí al menos hoy, pero mañana es un futuro incierto. Tengo sueño Nick, así que voy a descansar pero antes júrame que vas a cuidar a nuestros hijos siempre, este yo o no en sus vidas y si un día llegó a cerrar los ojos para jamás volver a abrirlos, amor mío ama, enamórate de nuevo...

continuará...

SE SOLICITA MAMÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora