capitulo 23

378 18 0
                                    

[Elizabeth]

Cuando desperté en la gran y sobre todo cómoda cama del hotel donde Nick y yo teníamos que pasar la noche lo primero que hice fue observar el reloj que se encontraba en la pared justo por encima de la puerta, que separaba a la habitación con la sala de estar, este marcaba las 9:45 am. Todavía era un poco temprano, y así de la nada vinieron a mi mente los recuerdos de la noche anterior, cuando Nick y yo nos dijimos lo mucho que no amamos, lo que realmente sentíamos, y fue así como hace unas horas atrás mi matrimonio se consumó, y ahora estaba pensado que iba a pasar de ahora en adelante, porque vamos solo espero que Nick no me diga que haga como que nada ha pasado porque ¡QUE SI AH PASADO! mi marido es un dios en la cama, pero como le dije en la iglesia, él es el hombre que me ha regresado las esperanzas a este corazón roto.
Estaba perdidamente mirándolo dormir, se veía muchísimo más joven y guapo pero sobre todo más relajado, y eso era real, por un momento pensé que no lo era pero ahora que despierto a su lado se que lo es. Me zafo de su amarre y tomo lo primero que encuentro, que es su camisa y me la coloco, solo abrochando algunos botones, para cubrir mi cuerpo, y me doy paso a la pequeña sala, que fue donde comenzó la guerra ayer, ahí tumbado está su saco, junto con mi velo, una sonrisa se apodera de mi rostro al recordar la magnífica noche de bodas ahora es cuando agradezco a Denisse por darme ese tipo de lencería. 

Después de arreglar un poco mi cabello y aspecto personal escucho que llaman a la puerta debe ser el servicio a la habitación que pedí, ya que me moría de hambre, y bueno el tronco de mi marido sigue dormido. Después de atender al joven que me trajo el desayuno opte por irlo a despertar ya que necesitaríamos un buen baño antes de irnos a casa ya que todos nos iban a estar esperando para abrir todos y cada uno de los regalos de la boda. Estaba dudosa de como despertar a Nick, pero cada que dudaba recordaba cuando él me dijo que me amaba, recordaba la forma en la que me había hecho sentir, el ama por lo que soy no por mi pasado. Así que decidida tomé la bandeja que contenía nuestro desayuno y entre a la habitación para encontrarme con un Nick dormido, la sabana que minutos antes cubría nuestros cuerpos ahora solo cubría de su cintura hacia las rodillas, estaba un poco envuelta debido a algunas vuelta que seguro dio en la cama, dejándome a la vista su cincelado abdomen. ¡Dios mío! iba a ser la envidia de muchas, este hombre ahora era mío y lo voy a defender con uñas y dientes si es necesario. Al colocar la bandeja con comida en la mesa de noche que se encontraba en la habitación me acerque poco a poco a la cama hasta que me hundí en ella para colocarse a un lado de mi marido. 

-Despierta dormilón- le dije mientras comenzaba a besar su rostro, primero sus ojos, después la punta de su fina nariz para terminar con un beso en la boca. 

-mmm- fue lo único que salió de su boca para moverse un poco debajo de mí-

-Nick, mi amor despierta- y con eso sacudí un poco sus pequeño cabello. -por favor amor- y lo bese de nuevo- muero de hambre- insistí por última vez. Y conforme iba abriendo los ojos una sonrisa iba creciendo en su rostro, cuando por fin esos hermoso ojos me miraron, sus manos viajaron a mi cintura- Buenos días- espete antes de darle un gran beso. 

-Buenos días Señora Jonas- me dijo después de nuestro lindo, tierno y apasionado beso.- ¿Cómo amaneciste mi amor?- y cuando me pregunto eso una sonrisa creció en mi rostro, seguro que tenía la sonrisa mas idiota que cualquier otra mujer pudo haber tenido en este planeta. 

-Bien, muy bien de hecho- le respondí- y tú amor ¿Qué tal amaneciste? - ahora fui yo la que lo cuestionó. 

-Excelente, digo no puedo amanecer de otra forma sabiendo que estas aquí conmigo, que esto es real y sobre todo que soy el hijo de perra mas afortunado de este mundo por tenerte a ti como mi esposa. - y su respuesta fue increíble, es decir nunca me imagine que esa iba a ser. -Dijiste que tenias hambre, qué te parece si pedimos servicio a la habitación?

SE SOLICITA MAMÁDonde viven las historias. Descúbrelo ahora