Tonto Ash [Advanceshipping]

6. Importante

¡Otro día más donde las clases terminaban! Recojo mis cosas mientras veo como Dawn y Lillie se encuentran en una esquina de la puerta del aula. Ellas parecen conversar sobre algo muy divertido mientras me esperan, y yo intento acabar lo más rápido posible pues ya quería encontrarme de lleno con el fin de semana.

— Ya era hora, Balance. — me mira la peliazul, mientras yo ruedo los ojos con una pequeña sonrisa. — Hora de irnos.

— Otra semana exitosa. — dice Lillie, y las tres comenzamos a caminar una al lado de la otra.

— ¡Por fin terminó la semana! — menciono, mientras bostezo — La camita me espera.

— ¡Eh! Que tenemos que ir por Serena a que me dé el dibujo que me prometió. — responde al verme querer bajar las escaleras.

— Oww, ¡el retrato de la dulce Dawn y su cabelleroso..! ¿Cómo es que se llamaba? ¿Kenny? ¿Barry? ¿Paul?

— ¡No es ninguno de ellos! — su cara enrojece, y siento como si estuviese viendo un volcán a punto de explotar detrás suyo — No me interesan, solo son buenos amigos... ¡Además el dibujo trata de Piplup!

Suelto una carcajada, y Lillie una ligera sonrisita ¡cómo me gusta molestar a Dawn!

— Está bien, vamos, aunque no creo que Kenny piense igual que tú. 

— ¡May! — dice la rubia, exaltada ante mi comentario. Dawn simplemente prefiere ignorar mis palabras, sabe de antemano que el pelimarrón siente más que amistad por ella, pero le duele no ser capaz de corresponder sus sentimientos pues lo quiere mucho... como un amigo. — Serena es maravillosa con el dibujo, la próxima le pediré un retrato de Níveo. — la ojiverde ahora intenta cambiar el tema.

Justa antes de que le respondiera, las tres escuchamos un grito proveniente del aula.

— ¡May!

Al voltear, vemos como es que un Ash cansado se pone delante de nosotras, intentando recuperar la respiración.

— ¿Alguien puede cansarse por dar diez pasos? — escucho a Dawn susurrar.

— Déjame averiguarlo. — le responde Lillie.

— ¿Qué sucede, Ash?

— Tienes que venir conmigo — termina diciendo — es importante.

Parece tan serio que me asusta pensar qué es lo que habrá pasado, ¿algún tema con los cursos? ¿conflicto con los profesores? ¿entre alumnos? Tantas posibilidades se arropan en mi mente que me pongo nerviosa y no sé qué responder. Tranquila, May, nada malo pasará...

— ¡No te preocupes! — dice Dawn, mientras pone una mano en mi hombro. — Ve con él, nosotras recogeremos el dibujo.

— Cuéntanos que pasó, estamos aquí para cualquier cosa. — continúa Lillie, tan linda como siempre, mientras se acerca a la peliazul para irse con ella.

Pero, antes de que eso pase, Dawn se acerca a mi oído y susurra:

— Quizá se te confiese, jeje. 

¿Confesar?

Ash toma mi mano, agradece a mis amigas, se disculpa por las molestias y me lleva a paso lento hacia el aula de la clase. No había nadie, siempre se van cuando apenas escuchan el timbre de salida, así que en ese cuarto iluminado por la luz del atardecer... solo estábamos él y yo.

Es como si todas mis preocupaciones respecto a la escuela que creía eran la causa del actuar de Ash se esfumaran. El ritmo de mi corazón se acelera, mi cara vuelve a ponerse roja, intento controlar mis piernas para que no comiencen a tambalear...