2.

989 161 46
                                    

— ¡Sueeeeeeeeeeeegra! 

— ¡Yeeeeeeeeeeeeerno!

Eso no podía estar pasando. Toda esa situación era total, absolutamente irrisoria, estúpida y sin sentido, porque no era posible que su querida madre le haya pagado a un chico para que fuera su novio.

¿Cierto? ¿CIERTO? 

Observó al chico que pretendía ser su novio entrar a casa, yendo a abrazar a su mamá mientras ambos gritaban de la emoción, y estaba seguro de que pronto se suicidaría. 

— ¿No te escogí un lindo novio, Mew? —dijo su mamá de pronto dando vuelta a Gulf para que quedara frente a su hijo.—

Oh, mierda. 

El chico frente a él sonrió como si nada, mostrando todos sus dientes, formando preciosos hoyuelos en sus mejillas, y sintió de pronto su rostro ruborizado. 

No. No. Mil veces no. 

— ¡No! —chilló horrorizado.— ¡Mamá, ¿acaso le pagaste a un chico para que sea mi novio?! 

Su mamá lo miró con una expresión obvia. 

— ¿Sabías que hay una página llamada unnovioparamihijo.com? —dijo su mamá como si nada.— ¡Hubieras visto el catálogo, Mew! 

— ¡Por dios, mamá! ¡Devuélvele el dinero a este chico! 

— No se puede hacer reembolso. —dijo Gulf de pronto sin dejar de sonreír.— 

— ¡No me importa! ¡No quiero un novio! 

— Claro que quieres. —replicó su mamá cruzándose de brazos.— Es solo que eres demasiado tímido para decirlo. ¿Qué opinas de mi hijo, Gulf? ¿No es lindo? 

— Es muy bonito, suegra. —concedió Gulf antes de estirar su mano y apretar una mejilla de Mew como si nada.— eres como un lindo pandita.

Mew iba a cometer un asesinato pronto, y no le importaba ir a parar a la cárcel si así detenía todo ese circo. Pero primero, tenía que pensar un buen lugar donde ocultar los cuerpos. 

—  ¡Fuera de mi casa! —le ordenó a Gulf yendo a abrir la puerta.—

— ¡No puede echarme, somos novios! —protestó Gulf.—

— ¡Mierda!

— ¡El lenguaje, Mew! 

— ¡No somos novios! 

— ¡Sí lo somos, tu mamá me contrató por seis meses! 

— ¡Devuélvele el maldito dinero! 

— ¡Esa boca!

— ¡No quiero un novio! 

— ¡Tu mamá me alquiló, así que lo soy! 

— ¡Vuelve a la caja de donde saliste, chu chu!

— ¡Mew, no trates así a tu novio! 

 —¡OH, POR EL AMOR DE- ¿QUÉ  ESTÁS HACIENDO?! —se tensó inmediatamente cuando Gulf, sorpresivamente, lo abrazó por la cintura y lo apretó contra su cuerpo.

— Tenemos que arreglarnos, pandita, no peleemos en nuestro primer día de novios. —dijo Gulf  como si nada.—

Definitivamente cometería homicidio ese mismo día, para luego suicidarse dejando una nota donde explicaría sus motivos.

Respiró profundamente y estuvo a punto de chillar cuando Gulf se arrebujó más a su lado, escalofríos recorriendo su espina dorsal. 

— Bien, entonces. —trató de calmarse un poco.— Mamá te pagó para que seas mi novio. 

— Sí, cuchurrumín. 

Rodó los ojos tratando de no lucir más avergonzado de lo que ya estaba. 

— ¿No hay forma de que mamá te devuelva el dinero?

— No, la empresa no permite reembolsos. 

Quería frotar su cabeza con irritación, pero debido al abrazo que Gulf le estaba dando, le resultaba imposible. 

— Luego de seis meses quiero que desaparezcas de mi vida. 

— Prometido, capitán. —Gulf se alejó un poco, sin dejar de sonreír.— ¿Te puedo hacer una pregunta, Mew? 

— ¿Qué? 

— ¿Eres pasivo o activo? 

—¡MAMÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁ!

.

.

.

.

.

.

.


novio de alquiler. | ¡mewgulf!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora