novio de alquiler. | ¡mewgulf!

8.

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La convivencia sana no fue nada difícil. Gulf era, en pocas palabras, alguien colaborativo si se hablaba correctamente con él. 

Algo que Mew aprendió a las malas luego que haberle ordenado que no se colgara de su cuello y Gulf le concedió su deseo, pero no sin antes humillarlo por todos los pasillos de la universidad cuando imprimió una foto de su cara con un SE BUSCA, y le preguntaba a la gente si vieron a su lindo pandita. 

Recordar ese episodio hacía que su rostro ardiera de vergüenza. 

Además, su mamá parecía encantada con Gulf, que lo pasaba a buscar todas las mañanas con su envase lleno de pastelitos. Su mamá solía comprarle varios todos los días, y Mew solía comérselos a escondidas para no admitir lo buenos que eran.  

Incluso había comenzado a llevarse bien con sus amigos en especial con Gun, en tanto Gulf generó también cierto acercamiento con Perth, juntándose de vez en cuando. 

El único que siempre parecía mirarlo feo era el cara de rata, pero Mew lo pasaba por de alto siempre.

Incluso ahora lo hacía ahora, con Gulf recostado en sus piernas, jugueteando con sus cámaras fotográfica. Frente a él Mark estaba sentado hablando con Perth, acariciándole el cabello a Gun de forma distraída. 

 — Sonríe, pandita.  —dijo Gulf, mirándolo por el lente de la cámara.—

Gulf le contó, semanas atrás, que estaba estudiando fotografía y que luego pensaba seguir estudiando Artes. 

Su falso novio no le habló en dos días luego de decirle que encontraba que era una carrera sin futuro. 

— No me saque fotos. —regañó Mew, cubriendo su rostro.—

— Pero si tu cara es muy linda. —Gulf le acarició la mejilla sin dejar de sonreír.— eres como un modelo, como el típico chico malo de la escuela que tiene a todo el mundo loco. 

Mew desvió la vista, pero sintió sus mejillas un poco ruborizadas. 

Chocó con la mirada burlona de Perth y chasqueó la lengua. 

— Me estás avergonzando. —regañó pellizcándole la oreja a Gulf, haciendo que riera.  —

— Somos novios. —Gulf le sacó la lengua. — puedo avergonzarte todo lo que quiera. 

— Es divertido, ¿saben? —dijo de pronto una maliciosa voz, y levantaron la vista para encontrarse con un sonriente Gun.— llevan saliendo un mes, pero nunca los he visto besándose, ¿y tú, Markie? 

Gulf se enderezó, repentinamente pálido, en tanto Mew tragaba saliva. 

— Nop. —lo miró con una ceja en la cara. —

— ¿Tú, chico robanovios? 

Oh.

¡¿Qué?! 

 Mew desvió la vista, humillado, mientras Gulf ocultaba su rostro entre sus manos. 

Gun soltó un resoplido, disgustado. 

— Si son novios, ¿por qué no se besan? —los miró con desafío. —

Gulf tenía la mentira perfecta, por supuesto. 

— Mew es demasiado reservado, ustedes saben- 

Pero no pudo terminar su frase cuando de pronto Mew lo tiró al suelo, chocando su boca con la suya, y todo pensamiento coherente se esfumó de su cabeza. 

Sí, también podrían besarse para librarse de ese pequeño problema.

Porque, ¿qué podría salir mal si se daban un beso? 

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aquí el segundo de la semana y pequeña recompensa por el tiempo que no subí capítulos.