novio de alquiler. | ¡mewgulf!

22.

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— Mamá, ¿tú sabías que la hermana mayor de Gulf tiene cáncer? 

Su mamá se atragantó con el café que estaba tomando a la hora del desayuno, sorprendida ante la pregunta de Mew, para después mirarlo de forma incrédula.

Pero a Mew no lo engañaba: aprendió a leer las emociones de su progenitora con facilidad luego de que su padre muriera y se quedaran solos. 

Así que podía ver la mentira en la expresión de su madre, el repentino desconcierto y miedo que la delataba. 

— ¿Su hermana? —su mamá terminó de pasar el café de golpe, evitando mirarlo—. No, claro que no.

Mew entrecerró los ojos.

— La otra vez le preguntaste cómo estaba —se inclinó un poco sobre la mesa—. Mamá, no soy idiota —bajó un poco la voz—. ¿Conocías de antes a Gulf? 

Su mamá abrió la boca, ofendida. 

— ¿Qué quieres decir con eso, Mew? 

— Quiero decir que esa maldita página de inter-

— ¡Yujuuuuuuuuuuuuuuuuuuu!

Gulf entró a la cocina, sonriente hasta que notó el ambiente tenso entre la familia. Se removió incómodo mirando para todos lados. 

 — Uhm, yo quería...

— Nos vamos —Mew tomó su mochila, dirigiéndole una mirada de advertencia a su mamá—. Conversaremos después. 

Tomó la mano de Gulf y lo arrastró hacia afuera, quien apenas tuvo tiempo de hacerle un gesto de despedida a la mujer. Se dejó llevar por Mew, aunque podía notar el agarre apretado sobre su mano , mas no dijo algo hasta que estuvieron en la calle y empezaron a caminar. 

— ¿Pasa algo, pandita? —preguntó Gulf, preocupado—. 

— No. —relajó su agarre un poco, para luego pasar su brazo sobre la cintura de Gulf—. No es nada bebé.

No iba a preguntarle sobre aquella horrible duda que lo carcomía por dentro, que no lo dejaba dormir por las noches. No podía simplemente detenerse a interrogar a Gulf, no cuando estaba preocupado por el estado de su hermana, cada vez peor. 

A veces, creía que tampoco quería saber la respuesta. ¿Y si no le gustaba? 

— Estás muy cariñoso —comentó Gulf de pronto, besándole la mejilla—.

— ¿Quieres que no lo sea? —preguntó Mew, estoico—.

— Está bien así —Gulf lo abrazó, sonriendo—. Te quiero mucho, Mew. 

— Mhn.

Gulf trató de no darle importancia, mientras seguían caminando en silencio.

Su móvil sonó en señal de que había llegado un mensaje, y Mew lo revisó, notando que era de Prem.

— Mierda. —murmuró con pesadez—. 

— ¿Qué pasa? —preguntó Gulf—.

Mew mordió su labio inferior, molesto.

— Prem me acaba de avisar que al parecer Gun y Mark terminaron —gruñó con una mueca de desagrado—. No tiene detalles, pero incluye a cierto chico hiperactivo que los dos conocemos.

— ¿Qué? —Gulf se detuvo—. Gun y Mark no pueden terminar, ellos no... ¡Iban a cumplir los dos años de pareja! 

— Gulf, cálmate —pidió Mew—. No nos podemos meter entre ellos, no es asunto nuestro.

— ¡Es Gunini! —Gulf pateó el suelo con rabia—. ¡A Gunini le gusta Mark desde que tenía quince años! 

— Gulf... —murmuró Mew suavemente—, a veces las cosas son así. A veces el amor se acaba y no se puede hacer algo para evitarlo. 

Gulf lo miró en silencio unos segundos.

— Yo nunca dejaría de quererte, Mew —dijo, sonriendo tristemente—.

Nunca dejaría de quererte aunque es sea mi perdición.

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Ya regresé, las clases terminan esta semana así que puede que tengas más tiempo para poder seguir con esto y dar de golpe unos diez capítulos.

 GRACIAS POR TODO EL APOYO. 💖