novio de alquiler. | ¡mewgulf!

18

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Gulf sabía que su hermana iba a morir, lo tenía claro desde hace meses, pero eso no hacía las cosas más fáciles.

Soltó un suspiro mientras salía del cuarto luego de que Sammy se quedara dormida, frotando sus ojos debido al cansancio. Llevaba más de un día sin dormir debido a la preocupación que sentía en ese momento, y sacó su móvil con poca batería, viendo los mensajes de Mark y Gun.

Ninguno de Mew. 

¿Y qué esperaba? Si Mew apenas sabía algo de su vida privada. 

Se sentó en una silla, bostezando, sintiendo su estómago ruñir por el hambre, y cerró sus ojos un momento. 

— Terminarás con un dolor de espalda horrible, Gulf. 

Levantó la vista bruscamente, encontrándose con aburrida mirada de Mew, que le tendía un sándwich y un jugo. 

Sus labios temblaron. 

— ¿Quién te lo dijo?  —preguntó e voz baja. — 

Mew se encogió de hombros. 

— Tengo mis contactos. —se limitó a decir sin agregar algo más, sentándose al lado de Gulf.— Anda, come, tienes una cara horrible. 

Tan encantador como siempre.

Pero aún así Gulf tomó el sándwich en sus manos, comenzando a comer sin pensarlo un poco. Iba a darle las gracias a Mew, sin embargo, el rubio de pronto lo tomó de los hombros y lo recostó a su lado. 

Lo miró con sorpresa, aunque Mew miraba fijamente hacia delante. 

— Tu hermana está enferma. —dijo Mew, tranquilo.—

El primer pensamiento de Gulf fue mentir, pero sabía que no llegaría a ningún lugar. 

— Cáncer pulmonar. —respondió, mordiendo su labio inferior.—

El agarre de Mew se apretó.

— ¿Por qué no me lo dijiste, Gulf? —le preguntó con tono herido, mirándolo a los ojos. — 

Gulf se estremeció, mirando el dolor en sus ojos, sin poder entender por qué reaccionaba de esa forma. Porque lucía preocupado. 

— Yo... —balbuceó Gulf.— tú... y yo no somos... nada, Mew...

El sentimiento cambió en los ojos del rubio: ya no había dolor, sino molestia difícil de disimular. 

— Soy tu novio. —espetó, sin soltarlo.— Te lo he dicho mil veces, Gulf Kanawut. Soy tu maldito novio y merezco saber esto. 

Gulf tembló. 

— Ah... —Gulf ocultó su rostro en el pecho de Mew. — lo siento, pandita, pero esto es... es realmente un tema delicado, yo no... —Gulf de pronto rompió a llorar.— Si lo hablo, se hace más... más real. 

Mew soltó un suspiro, su mente todavía pensando en el descubrimiento que hizo horas atrás, en el hecho de que realmente no sabía quién era Gulf, de dónde salió, por qué estaba fingiendo ser su novio. Quería preguntarle, sacarle toda la información que pudiera, pero no lo haría, porque Gulf estaba atravesando un momento difícil y no quería agregarle más peso a sus hombros. 

No quería que Gulf se derrumbara, porque eso lo destrozaría a él. 

 — Te llevaré a casa, bebé. —murmuró Mew, acariciándole el cabello. Gulf pareció protestar, pero lo miró con seriedad.— No has comido y tienes que descansar un poco. Si tengo que llevarte a la fuerza, lo haré. 

Derrotado, Gulf asintió y se puso de pie, tomándolo de la mano, agarrándolo del brazo. 

Mew lo miró. 

— Quédate conmigo. —jadeó Gulf, antes de arrepentirse.— Esta noche, quédate a mi lado. 

Mew asintió en silencio. 

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vieron que son dos capítulos en un día ¿¿¿¿¿¿¿¿🤠