Liar; myg

18

Los días seguían pasando y YoonGi no aparecía. Ni siquiera iba a sus clases de la Universidad ni a las prácticas en el Hospital. Mi mamá también estaba muy preocupada por él, a pesar de conocerlo poco le había tomado afecto y le preocupaba que YoonGi pudiera perder la carrera por descuidar tanto sus deberes.

En cuánto a mí, me decía que todo iba a estar bien. Que tal vez tuvo algún problema y por eso no había tenido tiempo de hablar conmigo o explicarme. Quería creerle, pero la verdad mi mente solo imaginaba que nunca más lo vería. Que YoonGi me había dejado para siempre y eso hacía que mi corazón doliera mucho, tanto hasta el punto en que no podía parar mis lágrimas cuando me acostaba en la noche y lo primero que venía a mi mente era él.

Me giré hacía el lado izquierdo de la cama y estiré mi mano para apagar la lamparita y intentar dormir un poco. Los últimos días habían sido muy difíciles para mi, incluso se me dificultaba poder comer. No tenía apetito. Sencillamente no tenía ganas de nada, sólo quería que YoonGi apareciera y me abrazara fuerte prometiendo que jamás se iría y me dejaría.

Suspire con los ojos llenos de lágrimas y los cerré, al instante sentí un ruido extraño en mi ventana. Cómo si algo la hubiera golpeado levemente. Luego escuché la notificación de un mensaje en mi celular, lo tomé y lo abrí rápido al ver el nombre de YoonGi en la barra.

YoonGi 🐱
Estoy aquí.

Abrí mucho mis ojos y me levanté rápido de la cama corriendo hasta el balcón de mi habitación, abrí la ventana y salí observándolo mirar hacía arriba en mi dirección.

— YoonGi... — susurré con lágrimas en los ojos. Lo había extrañado tanto que verlo ahora duele.

— Voy a subir.

Dijo y se apoyó en el marco de la pared agarrándose de las barandas y así impulsándose hasta lograr llegar frente a mi.

Ambos nos miramos, tenía tantas cosas que preguntarle. Quería abrazarlo y llorar en su pecho, quería golpearlo por desaparecer de esa manera. Pero lo único que hice fue mirarlo como él a mi.

— Siento haber desaparecido así... — al fin habló y me quedé en silencio esperando toda la explicación — Tuve que ir a Daegu... mi padre salió de la cárcel y fui a verlo.

— ¿Está bien? — pregunté y su mirada se volvió confusa — Tu papá...

— Ah... si — asintió.

— ¿Por qué no respondiste a mis llamadas? Al menos podías haberme enviado un mensaje, ¿sabes lo preocupada que estaba? Y no sólo yo, mi mamá. Tus profesores del Hospital, ¿cómo pudiste irte tantos días sin decir nada?

Lo miré mordiendo mi labio de la roña. Estaba tan molesta con él, quería golpearlo hasta que aprendiera. Pero a la vez estaba tan feliz de que estuviera bien.

— No pensé que alguien se fuera a preocupar por mi... — respondió seco, sin siquiera pensar en las palabras que pronunciaba — Por eso no le avisé a nadie. Además, fue algo de imprevisto, tampoco es que sea algo que deba decirle a todos.

Apreté mis manos y lo miré seria.

— ¿Y yo? — alcé una ceja indignada — ¿No tenía yo el derecho de saber? Soy tu novia, se supone que todo lo que tenga que ver contigo me interesa. Se supone que estamos juntos y nos cuidamos mutuamente, ¿acaso no soy importante para ti?

— KyuWon claro que lo eres — tomó mis manos y me llevó hasta él envolviénde en sus brazos — Sólo no quería...

Sus palabras se detuvieron y sentí cómo su voz se entre cortó. Me separé un poco y lo miré.

— Ya hablamos de esto, no tienes la culpa de lo que haya hecho tu padre — le hablé mientras lo miraba a los ojos — YoonGi yo te amo.

Bajó la cabeza y suspiró limpiando sus lágrimas.

— Es mejor que terminemos.

Fruncí el ceño y mi corazón dolió incluso más que todos estos días juntos al escuchar sus palabras.

— ¿Que es lo que has dicho?...

— No soy adecuado para ti, y tu eres muy inocente para mi.

— ¡Mentira! — grité molesta. — Dime que es una mentira, dime que estás bromeando.

— Eres demasiado ingenua KyuWon, y la verdad no quiero hacerte daño.

Se dio la vuelta y saltó llegando abajo en unos segundos.

— YoonGi... — lo llamé — ¿Me quieres?

— No.