Capítulo 28

14.8K 927 536
                                    


Kio pov

Me encanta nadar.

Me distrae, y la sensación de flotar en el agua me hace sentir como si estuviera volando, el piso de la piscina siendo la tierra lejana

Después de nadar y cambiarme, camino dentro de la casa secándome el pelo con una toalla, el aire acondicionado me da frio pero lo ignoro, solo tengo que llegar a mi cuarto.

En el camino paso por el cuarto de juegos y me pregunto si Payton aun estará jugando, no quiero que se vuelva mejor que yo en ese juego. Estoy a punto de entrar cuando escucho los gemidos. Mi mano se congela a mitad de camino.

Escalofríos me invaden al escuchar los claros gemidos de una chica. Soprendido me alejo de la puerta, me encuentro a Claudia en el pasillo.

No sabía que Samy había venido.

-Claudia me da una sonrisa de boca cerrada-  No es Samy

¿Y entonces quién es?, Payton no traería a una de sus chicas de una noche a su cuarto de juegos, solo Samy ha estado ahí.

-Claudia suspira-  Creo que es la hija de la vecina de atrás

-Mis ojos casi saltan fuera de mi cara-  ¿T/n?

Si, esa misma

Oh mierda...esto no me lo esperaba, pensé que se odiaban.

-Claudia me sonríe-  A veces la atración se disfraza de odio.

Estoy sin palabras, T/n es tan tierna e inocente y Payton tan..pues, él.
¿Como llegaron a eso?

-Claudia camina conmigo a la cocina-  ¿Quieres un sándwich de jamón?

-Le doy el puño para chocarlo con ella-  Ya sabes lo que me gusta

-Claudia rie-  Eres muy fácil de complacer

A puesto que lo es.

Jaden aparece en la puerta de la cocina, congelándonos. Su sola presencia mata cualquier tipo de vibra que tengamos.

¿Te pagamos para hablar o para trabajar, Claudia?

-Dejo salir un suspiro de cansancio-  Déjala tranquila Jaden, no empieces.

El solo se queda parado ahí observándonos, Claudia me prepara el sándwinch y lo pone sobre la mesa. Con la cabeza abajo sale de la cocina. Noto que Jaden sigue cada movimiento que ella hace y como le mira el trasero cuando ella sale.

A caso..

¡Oh mierda! ¡Te gusta!

-Jaden frunce el ceño-  ¿De qué hablas?

Te gusta Claudia  -Lo acuso, observando su reacción con cuidado.

Te cayó mal nadar tanto hoy.

-¿Por qué me estoy enojando? Hablo entre dientes- 

Entonces, ¿Por qué no lo estas negando?

A través del cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora