Capítulo 45

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Su voz me hace dar un brinco. Me volteo y para mi sorpresa, él está sentado en la cama con su mano en el aire, con las llaves. Odio que su cara me guste tanto, me hace estremecer. Tiene una sonrisa divertida en su rostro.

¿Por qué esta cerrado?

Había una fiesta aquí anoche, ¿recuerdas? -Hay cierta cautela en su voz- No quería que nadie entrara a molestarnos.

-Intento tragar pero mi garganta está seca- Tu...Yo...Quiero decir...Ya sabes..

¿Tuvimos sexo? -El siempre tan directo- ¿No recuerdas nada?

-Noto cierta tristeza en su tono de voz como si él quisiera que recordara algo, avergonzada, meneo la cabeza- No.

-Veo la decepción en su expresión- No pasó nada, vomitaste, te bañe y te acosté a dormir.

-Por alguna extraña razón, le creo- Gracias.

Él se levanta. Yo me siento pequeña frente a él de nuevo

Ábreme la puerta. -Le pido porque estar a solas con él en una habitación, ambos con poca ropa es demasiado-

-El se mete la llave en el bolsillo frontal de su pantalón- No.

Abro mi boca para protestar y él se va al baño, cerrando la puerta detrás de él.

Pero, ¿Qué demonios?

Sintiéndome frustrada, pongo mis brazos sobre mi pecho esperando a que el salga. ¿Qué pretende teniéndome encerrada aquí?

Escucho la ducha, ¿Se fue a bañar? ¿Es en serio? Y yo desesperada por salir de aquí.

Pasan minutos que se sienten como años y por fin sale del baño, con solo una toalla en su cintura. Gotas de agua se deslizan por su abdomen y su cabello húmedo se pega a los lados de su cara.

-Supongo que el no tiene frio, me aclaro la garganta- Ábreme la puerta Payton.

No.

¿Por qué no?

Porque no quiero.

-Suelto una risa sarcástica- Que maduro.

-Él se sienta en la cama y me mira, sus ojos bajando desde mi pecho hasta mis piernas, trago grueso- De verdad tengo que irme.

Y te irás, cuando yo lo decida.

Eres un idota.

El idota al que le perteneces.

-Le doy una mirada asesina- ¿Otra vez con eso? ¿Por qué no me dejas salir? ¿Qué quieres?

A ti.

-Su respuesta me sorprende y calienta mi estomago pero trato de actuar normal- Estas loco.

¿Por qué? ¿Por qué te digo lo que quiero? Siempre he sido honesto contigo.

Sí, demasiado diría yo. -Digo recordando aquella vez que me dejo en claro que no quería nada serio conmigo-

A través del cristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora