Capítulo 79

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Cuando escuchan nuestros pasos, sus ojos caen sobre nosotros. Trago gruego al observarlos cuestionar mi presencia en sus miradas pero cuando notan nuestras manos entrelazadas, algo cambia y parecen relajarse.

-Payton se apresura a su padre y yo suelo su mano-    ¿Cómo está?

-Su padre suspira-   Despierto, el neurólogo esta ahi evaluándolo, hablando con él, ya sabes, el chequeo antes de hacerle otros exámenes.

¿Podremos verlo esta noche?            -Payton no se molesta en ocultar la preocupación en su voz, quiere saber que tan afectado esta su abuelo por ese derrame.-

Yo creo que si  -Reponde, relajando sus hombros-

-Yo me quedo ahí atrás sin saber que decir o hacer. Payton gira su cuerpo hacia mi, los ojos del padre siguiendo su movimiento y cayendo sobre mí-    Papá, ella es T/n, mi novia.

Novia...

-La palabra deja sus labios naturalmente, y noto como recuerda lo de que estamos empezando como amigos pero antes de que pueda retractarse, le sonrio-   Mucho gusto señor, espero que el abuelo Moormeier se recupere pronto.

-Él solo me devuelve la sonrisa-  Mucho gusto, ¿Tú eres la hija de Rosa, no?

Si señor.

¿Señor? Me haces sentir viejo   -Auque sonrie la alegria no llega a sus ojos-   Llamame chris.

Claro  -Se ve que es un señor muy amable, lo cual me desconcierta, me esperaba un viejo amargado y arrogante. Auque, creo que debí suponerlo cuando Payton me contó de él anoche.

"Mi padre fue el único que decidió no vivir con el dinero de mi abuelo, él solo le prestó dinero para empezar su negocio y cuando se volvió exitoso se lo devolvió. Creo que por eso mi abuelo siempre fue mas cercano a nosotros, de alguna forma, admiraba a mi padre."

Chris ha luchado y trabajado duro por llegar a donde esta ahora, creo que eso habla muy bien de él. Así que la mala de la historia de esta família es la mamá, quien le fue infiel y descuidada como para dejar que Payton, siendo un niño lo presenciara.

Siempre pensé que los hombres eran los que jodian los hogares, lo se, es una generación terrible pero ahora me doy cuenta de que no es así, que cometer errores que marcan vidas es de ambos géneros.

Saludo con la mano a Jaden y a Kio, quienes me dan una sonrisa de boca cerrada. Es ahí cuando conecto los puntos, Jaden con la mano vendada y Kio con la cara morada, ¿Se peleearon? ¿Por que? Jaden no se ve como el tipo de chico que se cae a golpes con alguien, él siempre luce tan regio, maduro y frío. O tal vez, estoy sacando concluciones que no son.

Un doctor algo, mayor y de cabello blanco sale de la habitación, ajustando sus lentes. Doy un paso atrás, dejando que Kio y Jaden se pongan al lado de Payton para escuchar lo que el doctor tiene que decir.

Son buenas noticias   -Los suspiros hacen eco por todo el pasillo-

El doctor procede a explicar un montón de cosas en su jerga medica que no entiendo bien pero lo poco que descifro es que al parecer, auque aún faltan algunos exámenes por hacer, las secuelas del derrame son mínimas en el abuelo y que va a estar bien. El doctor dice que ya pueden pasar a verlo y se retira.

Me quedo observando como los tres hombres frente a mi vacilan, quieren darse un abrazo pero sus formas de ser no se lo permiten y eso me parece tan triste, ¿Por qué es tan difícil entender que esta bien abrazarse cuando quieres llorar de alegria porque tu abuelo estará bien?

Las emociones cruzan sus rostros tan claras: alegria, alivio, culpabilidad.

Decidida, tomo el brazo de Payton y lo giro hacia mi, antes de que pueda decir algo lo jalo hacia mí y le doy un fuerte abrazo. Puedo ver por encima del hombro de Payton como Kio abraza a su padre y un dudoso Jaden se les une.

Cuando nos separamos, los tres se preparan para entrar y yo le doy unas ultimas palabras de aliento a Payton antes de verlo desaparecer por esa puerta. Es comprensible que yo no entre ahí, no creo que el abuelo quiera ver a una desconocida después de despertarse de algo así.

Me siento en la silla de metal donde antes estaba Jaden.

Estoy absorta en mis pensamientos, pasos resuenan por todo el piso. Cuando levanto mi mirada, veo a una chica caminar hacia mi, me toma unos segundos reconocerla sin su uniforme.

Claudia.

Con jeans, una blusa estampada de flores y su cabello rojo suelto, liso y ondulado en las puntas, se ve muy bien, tan diferente.

Hola  -Me saluda, deteniéndose frente a mí-

Hola.

¿Cómo esta?  -Su voz denota preocupación, ¿Ella conoce al abuelo también? Bueno es obvio, si ha estado en esa casa por bastante tiempo.

Al parecer esta bien  -Contesto-

-Ella suspira en alivio-   Que bueno, vine tan pronto lo supe.

¿Conoces al abuelo?

-Ella asiente-   Si, he vivido todo mi vida en esa casa, mamá llegó a cuidarlo varias veces antes de que lo.. internaran en el geriático, es alguien muy especial para mi.

Me imagino, ¿Qué tal fue vivir con los Moormeier toda tu vida?

-Ella se rie-   Bastante interesante.

No me lo puedo imaginar   -En realidad si podria-    Apuesto que tu primer crush fue uno de ellos

-Claudia baja la cabeza, sonrojándose un poco. Yo levanto un ceja-   ¿En serio? ¿Cuál? Con tal de que no sea Payton esta todo bien.

Ella abre su boca para contestar pero para cuando escuchamos el claro sonido de unos tacones caminando hacia nosotras. Claudia se voltea y yo sigo su mirada.

Joanne Moormeier camina perfectamente en sus tacones rojos de punta fina, lleva puesta una falda blanca que cubre sus rodillas y una camisa del mismo color con estampados rojos. En sus manos trae una pequeña cartera sencilla, que también es de color rojo. Su rostro luce impecable con un maquillaje que parece preofecionalmente hecho, su cabello esta en una apretada cola de cabello.

Esta señora esta en sus cuarentas, casi cincuenta, y se ve de treinta, la elegancia que porta es tan genuina que cualquiera diría que nació de Dios. Es muy hermosa, esos ojos marrones que mi Dios griego heredó de ella, caen sobre mí y una perfecta ceja se levanta.

¿Y quién eres tú?

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Fin del capítulo
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