Amado Draco

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No tenía idea de cómo empezar con el relato, quien sabe por qué extraña razón esa mañana se había levantado, cuando todo lo que deseaba era morir para dejar de sufrir, pero esa luz en su sueño la tenia ahí en ese momento, sentada frente al rubio que más había amado y que a la vez era quien más  daño le había causado en la vida, era un hecho que si quería sanar su vida, debía comenzar a cerrar ciclos, debía dejar todo enterrado.

—     Draco, pfff…esto…esto no será nada fácil para mí, pero, quiero que escuches por favor detenidamente, porque solo te lo diré una vez — tomo gran cantidad de aire para seguir hablando, se froto las manos, las paso por su cara y al final busco esos ojos grises para enfrentarlos definitivamente.

—     No quiero volver a verte Draco Malfoy, no quiero saber nada de ti, no me importa que le hayas contado todo a tu familia… te tardaste mucho tiempo en darme un lugar en tu vida, y yo no te necesito mas a mi lado, me has dejado muerta en vida, y tu sola presencia me hace querer huir —

—     Hermio... —

—     Espera, no es tu turno de hablar, todo lo que tu tenias que decirme lo hiciste el día que me abandonaste, hoy no me vengas a quemar con tus palabras, te repito, no me interesan tus razones— hizo una pequeña pausa para tomar aire — ese día Draco, mi hijo…tu…lo mataste— bajo la cabeza, claro que eso seguía doliendo, por supuesto que no lo olvidaría, no sanaría, porque su casa estaba vacía, sus brazos también y su alma ya no existía.

—     Yo… no… Hermione… lo siento —dijo con la cabeza baja

—     ¿Tu?, que sientes Malfoy, tu no lo sentiste morir, no estuviste mientras veía como su sangre corría por mi ser, tu no perdiste nada, NADA, nos abandonaste cuanto más te necesitábamos y MI HIJO, se murió por tu culpa, ¿Qué has perdido tu? — las palabras se habían convertido en gritos, la castaña de había puesto en pie y tenia los puños apretados, su cara estaba roja de ira—estaba sensible, dolida, las palabras del rubio le parecían un ataque a su sufrimiento

—     ¿Qué no perdí nada?, — el también se levanto y se puso frente a ella—  Hermione que estas ciega, no te das cuenta, deje todo por ti, deje mis hijos, mi familia, mi casa, para estar contigo, como no voy a perder nada, tu sabes todo lo que me va a costar eso en un futuro, eres idiota Granger —

—     Tu no vienes aquí a insultarme estúpido Malfoy, yo no te dije que les contaras, el que abrió su bocota fuiste tú, no me vengas a culpar de tus tonterías, y LARGATE, VETE DE MI CASA, NO QUIERO SABER DE TI NUNCA MAS, VETE — le gritaba al mismo que lo empujaba hacia la puerta

—     NO REGRESES NUNCA, IMBECIL —

Eran gritos iracundos y desesperados, como se atrevía ese gusano a hablarle así, todo ese tiempo ella sola se maldijo y se increpo todo lo que le dolía, pero nadie, ni el mismo Draco tenía derecho a decir nada.

—     ¿Hermione? — una vocecita preguntaba temerosa ante el escándalo

—     Ginny…yo…—

La pelirroja interrumpió la nerviosa justificación que la castaña quería darle, se abalanzo sobre ella y la estrujo en un fuerte abrazo, no hacía falta que le explicara los detalles, había escuchado lo suficiente y el estado fisico de Hermione eran más que respuestas a su ausencia, de inmediato la invito a pasar, se encontraron con Harry en la sala.

Estaba temerosa, con la mirada baja y el corazón estrujado, pero ya no estaba sola, había por lo menos dos almas más en esa estancia que la apreciaba, el ambiente era muy cálido, tan cálido como la primera vez que entro a esa casa.

—     No vamos a juzgarte Hermione, no es necesario que nos expliques o nos cuentes de tus infiernos, pero sabias que contabas con nosotros incondicionalmente — hablaba Harry

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2015 ⏰

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