Tu, fuiste tú Draco Malfoy

292 12 17
                                    

Pasando un mes por la misma rutina, al abrir los ojos pesadamente después de haberse dopado como nunca la noche anterior, al darse cuenta que no hay nada más para beber o consumir intenta buscar entre sus pertenencias y los rincones de aquella habitación sucia y desordenada alguna moneda o billete que le permita seguir muriendo lentamente; sin éxito en su búsqueda pasan los minutos y las horas hasta que encuentra una pequeña caja negra que abre a toda prisa como ansiando un tesoro.

Mientras toma uno de los documentos, lleva una mano hasta su boca, esos papeles tienen fecha de hace poco más de un mes, es el ultrasonido de su pequeño, el alta del hospital, también hay postales, cartas y fotos de ella, de su pasado, de sus sueños, de sus planes, de sus logros…de su vida.

Su lagrimas comienzan a salir, resbalan lentamente por sus mejillas y mojan lo que tiene en las manos, mira detenidamente las fotos de Blaise con ella en aquel mágico viaje a la playa, hay una rosa seca que aun desprende olor entre las fotos, Blaise se la regalo en una de tantas noches de fiesta, antes de que todo se saliera de control, y ahí está, otra foto singular, un rubio guapísimo, sonriendo de medio lado galantemente, con el cabello despeinado y con aires de aristócrata, Draco Malfoy, el mismo, le había dado una foto de él cuando llevaban saliendo un mes, para que nunca más se sintiera sola, porque el siempre la cuidaría.

—     Todo se daño mi amor — dijo mientras acariciaba aquella foto — Termine convertida en un adefesio humano, no soy ni la sombra de lo que un día soñé ser, simplemente te entregue todo a ti, mi tiempo, mi espacio, mi cuerpo, mi vida, y tu… simplemente me usaste y me desechaste como un chicle masticado, ¿ves?, esto es lo que soy ahora, estiércol, escoria, una loca que le habla a una foto tuya deseando ser escuchada como siempre—

El monologo duro algunos minutos, parecía que el tiempo no había pasado, que había sido ayer cuando ella había salido corriendo de aquel lugar con una herida que aunque no era visible, sangraba, esa herida aun estaba abierta, quizá infectada y quizá podrida porque nada en este mundo la sanaría.

Continúo sacando las cosas de aquella caja, eran tantos recuerdos, tantos años y tanto dolor,  encontró en esa misma caja un pequeño espejo, estaba roto por la mitad, casi como ella, olvidado bajo un montón de papeles, desechado y sin usar, pero eso no significaba que ese espejo hubiese perdido la capacidad de reflejar; ella cerró los ojos, con cuidado y un poco temblor en su manos, coloco el espejito justo frente a ella, apretaba los parpados, tenía miedo de encontrarse con el monstruo asesino que creía que era.

Abrió los ojos poco a poco, su respiración se acelero, y cuando tuvo por completo el reflejo de su rostro partido por la mitad frente a ella, un suspiro se le escapo, se acaricio la mejilla, se acomodo un mechón de pelo tostado y maltratado detrás de su oreja y lloro de nuevo.

—     Eres solo una niña que ha sufrido mucho, que ha tenido que enfrentar las mayores soledades de todos los tiempos, sin consuelo, sin familia, sin amigos, siempre tu contra el mundo, y siempre habías vencido, aun en estas circunstancias, te venciste a ti misma, te derrotaste tanto que solo esperabas morir, pero ya ves, no paso, no importa que te preguntes ¿Por qué?, simplemente no paso y supongo que eso debe tener una razón, un propósito, siempre has sido fuerte y valiente por más que la vida se ensaño contigo, tienes que hacer un último intento, si él se fue al cielo y tu no, intenta honrar su memoria tratando de volver a vivir—

El mejor monologo de su vida, las palabras que mas necesitaba escuchar, habían salido de ella misma, la fuerza que necesitaba para salir de su oscuridad habían estado en ella todo el tiempo, como siempre, ella fuerte, ella valiente, se había dedicado el mejor discurso de superación frente a un espejo roto, que no trajo ni un gramo de mala suerte, por el contrario le recordó que estaba viva, si rota; partida por la mitad, pero viva por alguna razón.

En un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora