❣- COL x PE - ❣ #02

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-¿Y usted para cuando se dignaba en contestarme las llamadas? - Soltó el colombiano molesto.

¿Llamadas?, si solo fue una - pensó la peruana, dejando a Colombia seguir maldiciendo mientras que está buscaba entre el registro de llamadas.

Ahí fue cuando se dio cuenta que debido a la rapidez no pudo leer bien y en vez de una llamada perdida, fueron 11 las que no había contestado. Genial.

Aish Mejor, no le llamaba - Estaba más que incómoda, pero ya no podía seguir ignorándolo, así que puso el celular en su oído, esperando a que este acabara con su gran discurso.

-Y ¿Qué dices? ¿Aceptas?- El colombiano le estaba preguntando.

Perú por su parte se quedó helada, ahora ¿Cómo le decía que no lo estaba escuchando?. 

-Bueno al menos se había calmado, pensó y para no generar otra discusión solo se digno a decir que si.

Igual ¿Qué es lo peor que iría a pasar?

-Ok parce, iré a por ti en la noche. -Le dijo Colombia, dando por concluida la llamada.
Y antes de que está pudiera reaccionar si quiera, él ya le había cortado.

-Ahora, ¿En que me metí?- Se quedó helada por la situación y no se dio cuenta que Venezuela estaba atrás de ella haciéndole señas para así llamar su atención o si quiera pueda dignarse a mirarla, esta por su parte pensaba que su enojo aun seguía y que su contraria le estaba haciendo la ley del hielo.

La bicolor se quedó pensando en un sin fin de posibilidades y reuniones rechazadas por las que este le hablaría, pero nada llego a su mente, justo ese fin de semana era de los pocos donde no se celebraba nada.

Iba a llamarle de nuevo para preguntarle sobre ello, sin embargo, cayó en cuenta de que él sabría que no le prestó nada de atención y otra pelea resurgiría.

Por eso, para ahorrarse problemas, llamo a su hermano. El de seguro sabría algo.
Busco y encontró a Bolivia entre sus contactos, y apretó el desdichado botón verde de llamadas, mientras que se dirigía a su hogar, claramente ya se había olvidado de la venezolana. 

-Hola boli, ¿Cómo está el hermano más lindo de todos? -Dijo la peruana, evitando soltar alguna lisura y con eso generar otra discusión. 

Bolivia al escuchar eso solo pudo hacer una expresión de asco, ¿Qué está pasando?

-¿Que haz hecho esta vez? -Decía el boliviano al otro lado de la llamada, esperando que no haya causado ningún homicidio. 

Conocía a su hermana a la perfección y está no le llamaría así de la nada a menos que está no se encontrase en problemas o quisiera ocultar algo

-Me ofendes, O sea ¿no puedo llamar a mi pequeño hermanito? 

-Estoy en plena reunión -Decía el boliviano mientras sostenía un tazón con palomitas de maíz y miraba Netflix con su paraguayo. 

-Ay por Dios, ¿Decido llamarte para saber cómo estás y te pones así? 

-Voy a colgarte -Dijo su hermano en modo de advertencia, le estaba arruinando su día de descanso.

-!Espera! ¡Espera! - No planeaba llamarle por segunda vez, ya se le acababa el saldo igual. - ¿Sabes de alguna reunión de la comunidad andina, Mercosur o algo por el estilo? - pregunto la peruana, esperando no dejar sospecha alguna de lo sucedido.
-Mhmmm... Que yo sepa todas han sido suspendidas. - Comento el menor poniéndole pausa a su serie, igual su enamorado ya se había dormido.
-En serio, ¿ninguna si quiera?
-No nada, esas son para el otro mes. - Siguió diciendo el boliviano que ahora se dirigía a su habitación para confirmarlo con su calendario. -¿Porque? Si es por Venezuela, ya lo hablamos, tú te quedas con ella en lo que resta del año, incluso más - lo último lo dijo en susurro, porque era algo que le repetían cada año.
-No, no es eso huevon, solo que... - A la peruana le daba vergüenza confesar lo sucedido.

-¿Que...? 

-Ay mrd, nada nada -No planeaba darle el gusto a su hermanito.

-No pendeja, ¡Ya empezaste con el chisme, ahora termínalo! -Soltó un grito que hasta el paraguayo lo escucho en sus sueños.

-¡Mis oídos! -Se quejó la peruana, igual ya no le quedaba de otra.

-Pues, Colombia me llamo y...

-Ah ni te molestes ya lo sé todo - Este interrumpió a la peruana, sabía el amor que este le predicaba a diario. Lo malo era que su hermana era bien despistada, tanto que en todos esos años no lo pudo notar con las miles de indirectas bien directas que este le lanzaba.

-¿Que? ¿Cómo así? 

-Por que sos re boluda- escucho de fondo al paraguayo interrumpiendo su conversación, aquellos hermanos no le dejaban dormir y se fue en busca de su tricolor, para llevárselo consigo.

Perú al escuchar a Paraguay colgó la llamada al instante, la ultima vez que se quedo esperando a que su hermano tomara el teléfono, escucho unos sonidos (gemidos) extremadamente raros que esperaba no volver a oír jamás.

Ya se estaba quedando sin opciones, iba a llamar a Chile o Argentina, pero no quería que estos se vieran involucrados en ello, por que casi siempre que los contactaba, ambos llegaban a su casa. Así que no le quedaba de otra que hablarle de nuevo a Colombia, igual planeaba darle una excusa de que la anterior llamada no se escuchaba bien o algo parecido.

Era pésima mintiendo.

Diviso entre sus contactos al Colombiano, estaba a punto de llamar a vecino, pero una venezolano con mucho entusiasmo la embiste para que le haga caso.

-Perú, mira lo que te compre mi chama, ¿No esta bien bonito? - Le decía su rommie, mientras que sostenía una bolsa de regalo. Ya que, antes de que ambas partieran en su maratón por toda su capital, la venezolana le había tomado su billetera, por si se perdía, debido a que aun no conocía bien su ciudad y no quería pasar por otros problemas similares como antes.

Perú no entendió bien la situación, pero busco su celular que al parecer ya no estaba en sus manos. Miro al suelo, por si se había caído o algo parecido, pero nada. Al parecer lo había lanzado con mucha fuerza.

Cuando la bicolor no pudo ver su celular cerca, cayo en cuenta de que lo había perdido.

Venezuela por su parte estaba sonriendo, quería sorprenderla, pero su reacción no fue la esperada. Porque ahora miraba el suelo.

-No sabia que te gustaba el asfalto, coño – dijo Venezuela sentándose en aquella pista que tanto observaba

Perú la saco de ahí inmediatamente, ya tenia suficientes problemas como para cargar con un cadáver y aun mas, como para darle explicaciones a la ONU de lo que sucedía.

Eso le traería mucho papeleo.

No discutió con su amiga, nomás porque no podía quedarse todo el tiempo ahí, si alguien se llevo su celular, tenia que bloquearlo inmediatamente, porque tenia números y anotaciones importantes en este.

Otro dolor de cabeza se formaba en su ser.

-¿Qué paso? ¿A donde vas?

-A casa, vamos rápido -la peruana siguió su rumbo donde segundos después la venezolana estaba de su lado.

Le iba a decir que ya había leído el grabado en el anillo que momentos antes le había quitado, pero no quería hacerla enojar de nuevo.





Continuara....

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