Harem de FemPerú

❣- COL x PE - ❣ #03

Ya era de noche y Colombia se encontraba a las afueras del aeropuerto Jorge Chávez, este lucía un terno extremadamente exclusivo y un hermoso buque de Rosas en sus manos, mientras que esperaba a que alguno de sus representantes fuera a recogerlo y por consiguiente le de las llaves de su automóvil.

Cuando llego su asesor, este le miro con un rostro de molestia, debido a que se había tardado mas de lo esperado, su contrario iba a culpar al trafico de la capital limeña cuando le entrego las llaves, pero solo se dedico a pedir perdón ante la rara de mirada de molestia de su nación.

Colombia tomo el mando de aquel auto y se dispuso a dirigirse al hogar de la peruana, quiso llamarle para avisarle que ya se encontraba en camino, pero con un cierto retraso, sin embargo, cuando marco su numero este lo mando directamente a la operadora que le comunicaba que su numero se encontraba fuera de servicio.

Para el tricolor esto le resulto absolutamente extraño, no quiso pensar lo peor o que algo le había sucedido, por eso para desviar aquel sentimiento de temor, acelero su carro, para llegar lo antes posible a su cita.

El hogar de la peruana se encontraba a pocas cuadras de su ubicación, quiso parquear su carro , para así dejarlo y luego ir a pie, ya que se encontraba absolutamente cerca .

Busco el lugar mas apropiado y apago aquel carro, saco el buque con rapidez evitando chocar con alguna espina de estas y se fue directo a la puerta de esta misma.

Toco la puerta con un poco de nervios y esperaba que quien le abriera fuera su crush, por ello ni bien vio aquella puerta moverse, puso el buque sobre el rostro de la misma, garantizando así una sorpresa.

Lo malo de aquella sorpresa fue que la recibió la venezolana, esta  se emociono por completo por tan hermoso detalle, ya que era usual esos detalles por parte de su esposo, hasta formo una gran sonrisa acompañada de un notable sonrojo.

Todo ello se desvaneció cuando vio a quien sostenía las rosas.

-Que asco – pensó en voz alta, su mirada de amor y sorpresa había cambiado completamente.

Cuando el colombiano escucho aquella voz tan familiar, se dio cuenta que todo su plan se estaba yendo al caño y mas aun, porque olvido que venezolana ahora vivía ahí. Estaba mas que seguro que no quería a ninguno de sus hermanos  cerca y menos en ese día.

-Y tu engendro del demonio ¿Qué haces acá? – Ya había movido el buque a su espalda e ignoro saber de su nueva vivienda, para no sentirse mas avergonzado, tenia que deshacerse de su hermana a como de lugar.

Ambos se miraron con cara de asco por unos largos segundos y estaban a punto de iniciar una pelea.

La cual si iba a suceder si no fuera porque la dueña del hogar llamo a su rommie.

-Vene, ¿ya llego la pizza? – gritaba las peruana desde el segundo piso con demasiada hambre.

-No, solo era un rata que trataba de entrar.

-Ay no ¡Matala!

-Eso quisiera -Le dijo a la peruana, mientras miraba con odio a su hermano.

Venezuela estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero el colombiano puso su pie en esta y en un forcejeo entre ambos, donde ella no le iba a permitir molestarle su noche de chicas y este planeaba botarla.

La fuerza del colombiano le ayudo par salir victorioso ante aquella pequeña pelea, su hermana se iba a abalanzar sobre el. Para que así empiecen una pelea de verdad, sin embargo la peruana se encontraba bajando las escaleras, quería ver si podía ayudar a su amiga con el problema de la rata. No le gustaban los roedores, pero sabia que a ella menos. y antes de que queme toda su casa, prefirió bajar.

Al llegar a su primer piso  no solo no vio a la rata, si no que encontró a la venezolana leyendo una revista al revés y al colombiano mirando su tv apagada, todo con total "normalidad"

-¿Qué paso acá? -les iba a preguntar el porque había tanto escandalo, pero solo se digno a cerrar la puerta que por azares del destino, estaba con algunas marcas que no se acordaba haberlas dejado.

-Perú, vine por vos para nuestra cita– dijo el tricolor, interrumpiendo a su "hermanita" que estaba a punto de soltar un insulto hacia el mismo.

Peru.exe se ha detenido.

El silencio inundo la sala de aquel enorme hogar, Colombia la miraba para que le indicara que si estaba lista. La peruana no sabia que decir, había olvidado por completo el tema de su vecino del norte a causa de que estuvo buscando la información necesaria para pasarla así a su nuevo celular.

Venezuela supo leer el ambiente y sabia que tenia que ayudarle.

-¿Cómo te atreves a bajar así? No te vas a poner el lindo vestido que me presumías en toda la tarde– La tricolor soltó una expresión de sorpresa bien fingida y saco a la peruana de sus pensamientos, llevándosela de paso su baño con la enorme bolsa que le había comprado esa mañana e iba a dar en otra ocasión, por si se molestaba de nuevo.

La bicolor no entendió muy bien lo que sucedía y solo le siguió la corriente.

Se quito la ropa en su baño y debido a la rapidez, no se dio cuenta de que su amiga entro por escasos segundos y se había llevado su ropa que anteriormente llevaba puesta, iba a reclamarle, pero no quería dejar sospechas.

Abrió aquella bolsa de regalo y saco el vestido que anteriormente le había comentado.

Al verlo, solo supo una cosa con seguridad. Iba a matar a Venezuela.

Decir que era un vestido exuberante era poco, no solo tenia un escote muy ceñido, si no que había una enorme abertura en su espalda y el largo del vestido no ayudaba.

Ya estaba pensando en cuanto cobrar por si alguien le preguntaba, se iba a poner su ropa de nuevo e iba a lanzarle el vestido a la venezolana, pero no encontró su ropa y no planeaba salir en calzones.

Ya que le quedaba. Se puso el vestido entre quejas y maldiciones. No se miro en el espejo si quiera y estaba a punto de salir a lo que su amiga le detuvo, esta le paso unos tacos mientras se cambiaba, iba a silbarle, pero ni bien la vio noto en sus ojos sus ganas de matarla. Así que cerro la puerta con rapidez.

Seguido a esto, Venezuela pensó que ya había hecho mucho, así que se dirigió a la puerta y salió de aquel hogar, no quería escuchar lo que pasaría después, ahora todo dependería de su hermano.

Continuara...