Harem de FemPerú

Especial sudamericano #02 💕

Argentina fue el primero en llegar a la capital limeña.

Lo primero que hizo fue llamar a un Uber, no planeaba llamar a su embajador, porque así su presidente se daría cuenta de su ubicación y que esa no sería una simple "escala".

Cuando el taxi llegó, le indico a donde ir.

Todo iba bien para él, pero desde la ventana del carro pudo ver a un curioso brasileño que salía con una sonrisa de lado a lado.

Se quedó postrado en la ventana tratando de asegurarse que estaba en un error, quiso analizarlo más a fondo, pero el carro avanzo y no le dio oportunidad.

Solo esperaba estar equivocado, no había manera de que él estuviera allí, además no había contestado la llamada, así que, si por azares del destino él esté en ese territorio, no sabría lo que pasó con la peruana y no se iría a su casa.

Trato de depositar un ápice de esperanza en su ser, el cual fue quebrado cuando el carro se detuvo en un semáforo y pudo divisar al brasileño al lado suyo.

Era él y estaba conduciendo un carro.

Ese boludo no me va a ganar -saco de su billetera unos dólares y se lo entregó al conductor.

Argentina: Tenes que ir más rápido -el conductor los recibió con normalidad y acto seguido apretó el acelerador y apresuro su marcha.

El argentino sonrió victorioso, ya había perdido al brasileño de vista.

Con Chile.

¿Cómo estará? -no podía leer su libro con tranquilidad.

No quería admitirlo, pero se estaba preocupando por la bicolor.

Alejó el libro de su vista y se acomodó los visores, era un viaje corto, pero aun así trataría de dormir.

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X: Por fin te puedo volver a ver -le dio un fuerte abrazo contenta, acto seguido se separó de él y lo miro de pies a cabeza.

Capitanía de Chile estaba avergonzado, no esperaba tal saludo y menos por parte de su virreinato.

V. Perú: ¿Sucede algo Capitanía? -le tocó la frente, pensando que estaba enfermo.

Capitanía de Chile: No es nada, solo no esperabai verte el día de hoy... -desvió su mirada simulando seriedad- normalmente te atrasai con las visitas.

V. Perú: Está vez España me dio permiso para volver antes -le sonrió contenta, adoraba volver a sus tierras.

Capitanía: Me alegro... -no lo evitó y la abrazo con fuerza, tomando su coleta cuando se despegó de ella.

V. Perú: ¿Y eso?

Capitanía: Así te parecei más a ti -había dejado sus cabellos sueltos y arruinó el peinado que le habían hecho los sirvientes de España.

Sus comandantes lo miraron con odio, alguien como él, no podía tocar a su virreinato, así como si nada.

Al virreinato poco o nada le importo, adoraba cuando su capitanía estaba a su lado.

No quería admitir sus sentimientos en ese entonces, pero entre ambos había algo más que una simple amistad.

Ella no veía en él a "capitanía", si no al hijo de los mapuches, a Chiloé.