"¿Has escuchado ese rumor?
Sobre una misteriosa chica de cristal y un despiadado ser sobrenatural.
Ambos compartían un lazo irrompible, uno eterno.
O eso creían pues un día la joven se quebró y en los brazos de la bestia se desmoronó. Pero aquel laz...
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Narra Tn
Terminaba de alistar mi última y única maleta, está en particular era la que uno autodenomina como sus "cosas preciadas" y que lamentablemente solo contenía mis primeras zapatillas de ballet, una biblia, una pequeña pluma que encontré por ahí de pequeña, una corona de flores que me hizo mi nana y que a pesar de estar totalmente marchita mantenía su estilo. Y por último pero no menos importante mi querida amiga de siempre, mi caja musical, tal vez esperaban un peluche pero nunca fui tan afecta a esas cosas, además mi caja musical era tan preciada como cualquiera de esos animalitos de felpa.
"Después de todo fue el único regalo que me dio mi padre en mi infancia"
Pues como verán no había mucho y aunque eran objetos muy preciados para mí ver la maleta tan vacía me causaba un extraño sentimiento, una mezcla de insatisfacción y vacío. ¿Y es que acaso no poseía nada más que considere preciado? Refunfuñe y cerré la maleta con fuerza.
Se preguntarán qué pasó después del espectáculo que montó el Conde. Bueno la verdad no fue mucho, el Conde dio aviso a mis padres y mi madre casi salta de alegría pero agradezco su disimulo, mi padre estrechó su mano con el Conde y lo invitó a cenar, invitación que el pelinegro aceptó gustoso. Las criadas hicieron lo que mejor saben hacer, esparcir el chisme por toda la ciudad.
"Joven Vandergold a sido comprometida con el Conde de Rosaville, Yugi Tsukasa"
Y al parecer el Conde Yugi no era nada más y nada menos que otro foco de atención para la jóvenes solteras que fantaseaban con que el Conde llegara sus hogares a pedir su mano. Lamentablemente yo destruí todas esas fantasías y ahora recibía miles de miradas asesinas cuando salía a pasear.
Si las muy hipócritas lo hacían y ni siquiera disimulaban.
Y como si mi vida no estuviera lo completamente arruinada hace unos días el Conde Yugi "exigió" a mis padres mi mudanza a su lejano castillo. Supongo que sabrán la respuesta que mis padres le dieron, ni siquiera dudaron en decirle que sí.
¿Esperaban un rotundo no? Bueno la verdad es que yo también.
Pero la vida no es siempre como queremos y a mi en particular me lo ha dejado muy en claro. Suspiré, tomé la maleta y la dejé sobre la cama, me acerqué al espejo para alisar un poco mi vestido y arreglar mi peinado. Si mi madre supiera que su glorioso peinado se deshizo le daría un infarto.
"Aunque no me molestaría hacerle una última travesura"
Reí por lo bajo y tomé la maleta, que anteriormente dejé sobre la cama, para salir de la habitación.
