Él lleva algunos años en este mundo. Ella acaba de comenzar. Ninguno esperaba encontrar el amor en el trabajo. Y mucho menos... todo lo que iban a atravesar.
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- ¿Me van a responder? -los miré fijamente, mientras seguía apoyando mis manos, en su escritorio, con fuerza.
Luego de hablar, y pelear, con Ethan.
Pearce me convenció de pensar bien las cosas. Pero eso fue ayer. Ahora era tiempo de actuar. Tenía que dejar de lado el miedo que les tenía a mis padres y enfrentarlos.
Así que eso estaba haciendo. Me levanté temprano, específicamente para esto. Venir a su oficina y encararlos. Por suerte aún no se iban de la ciudad.
- Eres la menos indicada para exigir cosas -me dijo mi padre-. Y menos cosas sin sentido.
- ¿Sin sentido? Querer que esté con él hijo de otros empresarios, para que ustedes pueden mejorar sus negocios... ¿Eso te parece algo sin sentido? Pues déjame decirte que esa fue TÚ idea. ¡Y ni siquiera te molestaste en consultarme si quería, o no, participar en sus negocios! -ambos se miraron antes de empezar a reír- ¿De qué se ríen? ¡Esto es serio!
- Ay, es que... ¿Quién te dijo que queríamos que tú y ese chico terminen juntos? -dijo mi madre riendo.
- Es exactamente lo que dicen sus acciones y acuerdos. -enfaticé la última palabra, haciendo referencia a sus amenazas.
- Déjame ver si lo entendí, ¿Crees que queremos que... no sé, te cases con Justin? -yo asentí levemente. Eso era lo que me habían dado a entender- Ok, ese mundo de actores, está haciendo que tu cerebro no funcione bien.
- Mi cerebro funciona perfectamente, muchas gracias. -mantuve mi postura seria, para que se den cuenta que esto no era gracioso.
- Haber... -suspiro mi mamá- solo necesitamos que hagas algo. Es muy simple.
- Sí... No lo haré. No me casaré con Justin o cualquier cosa por el estilo.
- Solo queremos que... salgas con él por un tiempo. Y que aproveches ese tiempo, tal vez, consiguiendo información. Ya sabes, como futuros proyectos, potenciales socios, cosas por el estilo. Si eres novia de Justin. Tendrás acceso directo a esas informaciones. Y... seamos sinceros. El chico puede aparentar saber de negocios, pero es obvio que no tiene la menor idea.
Eso había sido un alivio, pero al mismo tiempo, algo aún peor.
- O se a, quieren un espía. -pregunté sin creer lo que estaba escuchando.
- Si lo dices así, suena mal. -dijo cínicamente mi papá.
- Preferimos el término, informante de negocios.
- Sí... están mal. No pienso hacer eso.
- Oh, créeme, lo harás -movió sus dedos por su Tablet-. ¿Reconoces esto? -me enseñó un... permiso de audición.
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