Él lleva algunos años en este mundo. Ella acaba de comenzar. Ninguno esperaba encontrar el amor en el trabajo. Y mucho menos... todo lo que iban a atravesar.
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Ok... No sé qué pensar.
Ni siquiera sé que hice, ni porque...
Solo sabía que... que me sentía... diferente.
Nos estábamos mirando fijamente... ella estaba igual de sorprendida e inmovilizada que yo. Iba a hablar, pero unas voces me interrumpieron.
Ambos giramos nuestras miradas en dirección a la puerta.
- No lo sé, James -ese era Trevor-. Bucky no haría algo así... -se escuchó levemente el sonido de sus llaves.
- Ay, no. -susurró Kira.
- Vamos. -tomé su mano y ambos corrimos hasta mi habitación.
Tuvimos el tiempo justo para entrar y dejar media cerrada la puerta. Para poder escuchar lo que decían.
Kira se apoyó levemente en la puerta, y yo me apoyé de la misma forma. Dejándola entre la puerta y yo.
- Jordan está con Trevor, no con Bucky, ni con James. Así que... solo hazme caso.
- ¿Seguro que funcionará?
- Totalmente.
- Ok... por las dudas necesito otra opinión. ¿Dónde estará Pearce? -pude sentir un escalofrío recorriendo mi espina dorsal, y por la expresión de Kira, sabía que ella también lo había sentido.
Esta... no era una buena situación, al menos después de un beso.
- No graba hasta la tarde, así que... supongo que en su habitación. Si es que no está con las chicas lobos.
- ¡A la habitación de Pearce!
- Disimula... -le susurré a Kira.
La empujé hasta que quedó sentada en mi cama. Yo me lancé, hasta quedar acostado a su lado, tomé el control remoto y puse la primera película que encontré.
Unos segundos después, James y Trevor entraron en mi habitación.
Tenía que haber cerrado la puerta.
- Pearce... Hola, Kira. -dijo James.
- Hola...
- ¿Están muy ocupados? -nos preguntó Trevor.
- Estábamos viendo unas películas...
- Pero si quieren que los deje solos, no hay ningún problema. La terminamos después. Nos vemos, chicos.
Kira salió muy rápido del lugar.
Sentí como algo dentro de mí se estrujaba, porque no pude evitar pensar que... estaba huyendo de mí, por lo del beso.
- Ahora sí... necesito tu opinión, Pearce.
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