Capítulo 13

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El reloj marcaba las 12 de la noche, hora en que los chicos se estaban preparando para cenar. Ellos tienen la costumbre de cenar súper tarde, así que para ellos era normal. Todos se encontraban sentados en la mesa, todos excepto el albino, el cual seguía en el garaje. La puerta principal fue tocada y con extrañeza, los chicos detuvieron sus movimientos y se vieron, levantando los hombros a la par, para dar a entender que no sabían quién podía ser a esta hora. Hiccup se levantó con un suspiro al escuchar de nuevo el llamado a la puerta.

-Voy, voy.-Dijo con fastidio caminando hasta la puerta y abriéndola. Su respiración se cortó al ver a su amiga albina, su cabello mojado al igual que parte de su ropa, con un simple suéter, descalza, con lágrimas en los ojos, la respiración errática, la gran espada blanca en su mano que temblaba y con espasmos por el llanto.

-Hi-Hiccup...-Susurró la albina causando que el ángel reaccionara y la agarrara de los hombros para hacerla pasar y cerrar la puerta atrás de sí.

-¡Dios santo, Elsa ¿Qué te pasó?!-Elsa se abrazó a si misma dejando que Hiccup le quitara la mochila del hombro. También le arrebató al espada colocándola con mucho cuidado apoyada en la pared.-Estas helada ¡Kristoff tráeme una sabana y enciende la calefacción!

Ante el grito, ambos demonios se levantaron extrañados y salieron de la cocina para saber que pasaba, al divisar a la albina se acercaron con preocupación.-¿Elsa, qué te paso? ¿Estás bien? ¿Estás herida?-Preguntó Kristoff agarrándola de los hombros para llamar su atención, pero Elsa solo lloraba, boqueaba y sollozaba sin parar.-Hiccup ¿Qué pasó?

-No-no lo sé, llegó así.-Comentó con nervios.

Eugene de pronto cubrió el cuerpo del ángel con una suave y caliente sábana blanca que la hizo suspirara a gusto y cubrió su cuerpo casi descubierto por completo, la sabana tocando el suelo, pero proporcionándole un calor que no sabía que necesitaba. Tragó saliva antes de habalr con dificultad por los espasmos.-Ja-Jack... ¿Dón-dónde está?-Miró a todos lados con desespero intentando buscar la cabellera blanca del albino, pero no la encontró, su corazón se aceleró en preocupación y su respiración se aceleró con pánico.-De-debo ha-hablar con él, yo... ¿Dón-dónde está?

Hiccup la abrazó y siseo un arrullo para calmarla, acomodó unos mechones de cabello atrás de sus orejas y le sonrió dulce.-Tranquila, tranquila, Jack está aquí, está en el garaje, nosotros vamos- ¡Espera, Elsa!

Sin decir más, la albina se dirigió con rapidez a la puerta debajo de la escalera y, aun con la sabana en sus hombros, entró al lugar corriendo, casi cayéndose en los dos escalones que había antes. Los chicos la siguieron para asegurarse que no se hiciera daño. El albino se encontraba al lado de la moto, con la misma ropa de ayer para no manchar más, unos audífonos se encontraban en sus orejas y con total concentración intentaba apretar una turca con una llave, Elsa suspiró aliviada al verlo y la mano que sujetaba la sabana en su cuerpo, fue apretada.

Jack notó por el rabillo del ojo algo blanco acercarse a él y dirigió una mirada rápida para verificar que no fueran cosas suyas, con sorpresa concentró su mirada en la albina que lo veía con lágrimas en los ojos y una gran sabana blanca cubriendo su cuerpo, dejó caer la llave al suelo generando un estruendo que resonó por la habitación y se quitó de golpe los audífonos.-Snowflake ¿Qué haces aquí? ¿Qué te paso?-Elsa arrugó la cara dejando caer otras lágrimas y, dejando caer la sabana al suelo, se lanzó a los brazos del demonio, quién correspondió sin dudar. Pasó los brazos por su cintura, acercándola mucho más a su cuerpo.-Estás helada ¿Por qué estás mojada?

-Lo siento tanto.-Jack calló de golpe al escuchar los balbuceos del ángel contra su cuello.-Lo siento, Dios... Tenías razón, de-debí escucharte.-Su voz volvió a quebrarse y apretó el abrazo con el demonio, Jack correspondió agarrando con una mano su cabeza y enterrar sus dedos en el húmedos, pero su suave cabello, aspirando su aroma y disfrutando en silencio del contacto.-De-de-debí ha-hacerlo, so-solo querías protegerme y yo... ¡Lo siento tanto!

Ángeles & Demonios ~Jelsa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora