Capítulo 4

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-¿En qué pensaban?-Preguntó.-¿Soltar tarántulas gigantes en los pasillos de la institución les pareció una buena broma? ¿Es que acaso se volvieron locos? ¡Rapunzel, suelta a esa cosa en este instante!

El ángel rubio dejó de jugar con la araña que estaba en sus piernas y miró al director con sorpresa, para luego cruzarse de brazos con el seño fruncido.-No es cosa, su nombre es Xilna.-La araña le enseñó los colmillos en forma de protesta.-Y no le gusta que el digan cosa.

Norte llevó sus dedos al puente de su nariz señalando a la araña con su mano libre.-Bueno, bueno, deja de jugar con... Xilna, me pone nervioso.

El ángel hizo caso a lo ordenado y bajó al arácnido de sus piernas, el cual se ocultó bajó de la silla donde la rubia estaba sentada.

Jack soltó una queja viendo a Norte con los brazos cruzados.-Sí, okay, no pensamos en las consecuencias. Sí, no debímos seguir la idea de Pink a sabiendas de la regla de oro, nuestra culpa, lo aceptamos.-Recitó el demonio rodando los ojos y recibiendo una mirada de reproche por parte del director.-Pero el ataque de las arañas a las chicas fue culpa de Pink, le robó a Hiccup su silbato de bestias y luego hipnotizó a las arañas.

-Eso no es cierto.-Habló con tranquilidad la demonio pelirosa mirándose las uñas sentada con las piernas cruzadas.-Además, ¿Traicionas a uno de los tuyos por unas simples ángeles, Jack? Tus padres se sentirían decepcionados de-

-A mis padres no los metas en esto.-El demonio se levantó de su asiento con rapidez listo para enfrentarse a la chica, Kristoff actuó rápido y también se levantó para detenerlo con un brazo. Elsa sintió la necesidad de acercarse para calmarlo al ver sus ojos volverse negros y sus uñas crecer de manera ligera por la rabia. El demonio señaló a la chica que solo lo veía con desinterés.-Con mis padres... No te metas Pink, que sí no terminas sentenciada por tu falta, yo mismo me encargaré de ti.

-Jack.-Llamó el ángel al notar el olor azufre identificarse en la habitación y el sobre esfuerzo que el albino realizaba para no lanzarse encima de ella. Jack volteó a verla y de pronto sus ojos volvieron a su estado natural, agarró aire y lo soltó lentamente sin dejar de ver a la albina, sus ojos conectándose por un pequeño momento que fue más que suficiente para desconectarlos por unos segundos en lo que ellos creyeron horas.

El demonio fue el que rompió el contacto visual mirando de nuevo a su ex y soltándose del agarre de su amigo lentamente para que supiera que ya se encontraba bien.-Las defiendo porque ellas son mis amigas y a mi me enseñaron a defender lo que era correcto incluso si eso implicaba traicionar a los míos.-Jack se cruzó de brazos.-Así que, no vuelvas a atacar o incluso amenazarlas, porque te vas a enfrentar conmigo.-Ambos demonios enfrentaron sus miradas con reto, volviéndose negras de nuevo e intentando intimidar al contrario. Jack siendo el vencedor cuando la demonio apartó su mirada con un gruñido de molestia, sabiendo que con un demonio como Jack no se podía pelear.-¿Entendido?

-No eres una figura de autoridad para ordenarme cosas, Jackson.-Reclamó Pink de nuevo con molestia, pero sin llegar voltear a ver al demonio, sumisa ante su mirada que se volvió azulada al dirigirse a la albina con una sonrisa antes de sentarse de nuevo en su sitio.-Esto es ridículo.-Murmuró entre dientes mirando al director y luego al ángel rubio que se encontraba sentada al lado de él, con Eugene atrás de ella acariciando su cabello, y ambas guerreras a cada lado.-Todo este alboroto por una simple ángel.-La araña debajo de Rapunzel hizo un siseo de advertencia en dirección a la demonio. Ya que, a pesar de que él regaño era por la broma de las arañas, todos sabían que la verdadera razón por la cual el cuello de todos estaba en riesgo era por atacar a el ángel rubia, la cual, los mismos chicos querían averiguar el porqué.-¿Qué demonios tienes tú de especial?

Ángeles & Demonios ~Jelsa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora