Capítulo 5

596 75 3
                                    

—Bue-bueno, Chimuelo no es un animal muy sociable.—Comentó con nerviosismo el castaño abriendo la puerta de su cuarto y dejando pasar a las cuatro chicas y los chicos, estos últimos lo veían con sonrisas burlonas por sus nervios.—En realidad si es sociable, es solo que no confía en los extraños ¡No es peligroso! Es solo-

—Hiccup.—Habló Mérida con una risa.—Solo abre la puerta.

Los chicos rieron y Elsa le tocó el hombro llamando su atención. El castaño miró a su amiga albina la cual le regaló una sonrisa y él la imitó soltando un suspiro.—Bien, bien.—Caminó hasta su closet y abrió las puertas de par en par revelando su ropa perfectamente colgada en ganchos. Hizo la ropa a un lado mostrando la pared blanca.—Las damas primero.

Elsa lo miró con una ceja arriba.—Hiccup, es solo la pared.

El castaño ríe y se coloca atrás de la albina agarrándola de sus codos.—Elsa, nada es lo que parece y que bueno que te ofreciste de voluntaria.

—¿Qué?

—Espero que tengas buenos reflejos.—De un empujón, Hiccup lanza al ángel contra la pared.

Elsa cierra los ojos y coloca sus manos al frente para amortiguar el golpe, pero jamás llega, su cuerpo se va hacía adelante y con dificultad el ángel trastabillea para mantener el equilibrio y no caer de cara al suelo. Abrió sus ojos siendo recibida por un hermoso lago que resplandecía gracias a los rayos del atardecer que se acercaba, el césped adornaba todo su alrededor haciéndolo ver más vivo. Todo el lugar está rodeado de paredes enormes de roca, algunas más altas que otras, pero tan empinadas que intentar escalarlas o descender por ellas sería una muerte segura. un lugar de difícil acceso y se notaba la falta de mano humana.

Elsa dio unos pasos detallando todo el lugar con una sonrisa, los pájaros cantaban a la lejanía y el dulce y embriagador perfume natural la hizo suspirar.—Esto es... Impresionante.

—Whao...—La voz de su melliza la hizo voltear, Anna y Rapunzel venían agarradas de las manos y veían todo el lugar con mucho asombro. Lo que parecía una pared de roca, comenzaba a moverse cada vez que uno de los chicos aparecía de pronto.—Tienes este hermoso lugar en tu closet, Hiccup ¿Y jamás nos dijistes?

El nombrado rió siendo el último en aparecer junto a la pelirroja.—A penas las conocía, no iba a revelarlo tan facíl.—El ángel miró su alrededor con una sonrisa ladina.—Aunque sí, es hermoso.

—¿Dónde estamos?—Preguntó Rapunzel viendo como los chicos se dejaban caer en el césped soltando un suspiro de satisfacción. Mérida los siguió riendo divertida.—¿Es la dimensión humana, en realidad?

—Oh sí, estamos en algún bosque de Escocia.

—Yo lo ayude a elegir el lugar.—Comentó Mérida levantando su mano para que la notarán y sin apartar la mirada del cielo.

—¿Tú creaste ese portal?—Preguntó Elsa colocándose a su lado, Hiccup la vio y le sonrió inflando su pecho orgulloso asintiendo a su dirección.—Debes enseñarme hacerlo.

—Claro.

—¿Dónde está Chichuelo?—Preguntó Anna mirando a todos lados intentando ver algún indicio de un rectil gigante.

—Chimuelo.—Corrigió el ángel rodando los ojos, Anna movió su mano de arriba a bajo restándole importancia. Hiccup miró a su alrededor y al voltear al costado donde la albina se encontraba, sonrió.—Elsa, necesito que no te muevas y, por favor, no te asustes.

—¿Por qué?

—Está justo a tu lado.

Todos voltearon al escuchar esas palabras, excepto Elsa. La albina notó como Anna y Rapunzel miraban con sorpresa a lo que sea que estaba a un costado de ella y se acercaba con lentitud. Por respecto, el ángel no intentó ni verlo de reojo, pero si pudo sentir una respiración acelerada que recorría su brazo y subía hasta su cabello, un resoplido hizo mover unos mechones de su cabello y por buscar calma, el ángel cerró sus ojos.

Ángeles & Demonios ~Jelsa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora