Capítulo 3

753 84 20
                                    

Tranquilidad.

Esa sería la palabra perfecta para describir el sentimiento en su pecho, se sentía tranquila, ahí, en ese extraño lugar, sentía como sus pies se balanceaban en la vacío, sus manos agarradas del borde para no caer y su cabeza levantada al cielo nocturno. Todo se encontraba despejado, a la lejanía de veían luces brillantes que su mente reconoció como las luces de las calles de las residencias estudiantiles, las estrellas parecían hacerle competencia para ver quién brillaba con más intensidad, siendo la luna la vencedora. Grande, poderosa y magestuosa, era eso lo que le transmitía tranquilidad. La brisa fría de la noche, acariciaban su piel expuesta haciéndola temblar, pero poco le importaba.

Era extraño, sabía que era un sueño, estaba conciente de ello, pero al mismo tiempo sentía que esto ya lo había vivido, sentía que no era la primera vez que esto le pasaba y también sentía que no estaba sola. Una calidez a su lado la hacía suspirar, el golpeteo de su pierna contra otra; se encontraba con alguien, pero no podía voltear para averiguar quién era, no tenía control de su cuerpo, estaba ahí y al mismo tiempo no. Era tan extraño, como confuso.

Su “Yo” del sueño no se sentía preocupada o desprotegida con la persona que se encontraba a su lado, por esa razón no volteaba a verlo. Sabía quién era, lo conocía y sabía que no le haría daño.

<<Tan extraño>> Pensó justo en el momento en que una risa profunda resonaba en su cabeza, de manera rápida y casi en un susurro, imposibilitándola en intentar reconocerla. La Elsa del sueño voltea a ver a su acompañante, pero no había nada más que una figura oscura, parecía una sombra hecha de humo, tenía la forma de una persona, un poco más alta que ella, pero no podía identificarla. Lo único que pudo observar fueron unos ojos azules que se asomaban a través del humo, poderosos, deslumbrantes y bastante llamativos. Por un momento pequeño, el ángel sintió una familiaridad recorre su cuerpo ante el profundo azul que la veían.

<<Hermosos>> El sentimiento de Deja Vú la invadió, sentía que esto ya lo había experimentado. Había pensado esto con anterioridad. <<Pero... ¿Dónde?>>

^^*^^*^^*^^*^^*^^

Elsa abrió sus ojos cuando sintió un fuerte dolor en su pecho invadiéndola, llevó una mano a su pecho y se sentó con algo de dificultad en su cama. Sorvió su nariz y llevó su mano libre a su cara para limpiar sus mejillas, húmedas por el llanto. La tristeza y dolor que invadió su pecho y el cual la hizo despertar de golpe, se fue bajando un poco de intensidad al caer en cuenta en que se encontraba en su habitación, a salvó, con nada ni nadie a su alrededor que pudiera causarle daño, pudo soltar el aire que no sabía que tenía. Pasó ambas manos por su cabello para relajarse y dobló sus piernas para apoyar sus codos en sus rodillas y su cabeza en sus manos.

—Tran-tranquila... Ya pasó.—Se dijo para terminar de relajar su corazón acelerado, pero las ganas de llorar invadieron sus ojos y no pudo hacer nada para retenerlas, tapó su cara para que los sollozos no hicieran eco en la habitación y las chicas la escucharan.

Sentía una tristeza tan profunda, un dolor interno tan potente que le causaba ganas de llorar, pero no entendía que lo causaba. Después del sueño de donde veía una figura oscura sentada a su lado con unos hermosos ojos azules, el sueño cambió de golpe a otro que no podía recordar muy bien, solo sabía que era doloroso, muy doloroso, haciéndola despertar angustiada y con el corazón en la boca.

El dolor y tristeza quemaban su pecho, como si hubiera perdido algo muy importante, algo que era parte de su vida o de ella misma. Se volvió acostar en la cama y agarró las sábanas para taparse hasta la cabeza y poder volverse una bolita en su cama, en posición fetal, abrazándose a si misma; las lágrimas bajaban por sus mejillas, llorando de manera silenciosa y pidiéndole a Dios que le regresará lo que sea que haya perdido para poder desaparecer ese dolor en su pecho, para dejar de sufrir. No quería que este horrible y fuerte sentimiento invadiera más su pecho, no lo quería.

Ángeles & Demonios ~Jelsa~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora