Ángeles & Demonios ~Jelsa~

Capítulo 17

Un gran alboroto se formó apenas el gran grupo salió del salón de música, los albinos salían enganchados de brazos con enormes sonrisas en sus caras, a su alrededor se encontraban los chicos, admirando y burlándose de ellos.

-Es que fue tan natural su cercanía, por un momento pensé que en serio se coqueteaban.-Dijo Rapunzel al lado de la albina, mirándola asombrada.-¡Sus voces combinan perfectamente! Nacieron para cantar juntos.

Jack sonrió un poco más amplio al escuchar a la rubia.-Gracias novia mía.-Pronunció con emoción antes de borrar de golpe su sonrisa y mirar de reojo al ángel rubio.-Oh, espera, tú y yo ya no somos novios.

-Oh vamos, Jack ¿en serio sigues molesto por eso?-Dijo la rubia con diversión y riendo un poco más al ver como el demonio albino rodó los ojos.-Lo olvidé, ya me disculpe.

-¡Mi avatar entró en depresión por 3 horas!-Reclamó con exageración.-¡¿Sabes lo difícil que es hacerlo feliz de nuevo?! Era nuestro aniversario de 1 año y lo olvidas.

Elsa miró a sus dos amigos con extrañeza, al parecer hablaban del juego online, Lifelitis, en que ambos eran pareja. Una molestia en el pecho le hizo arrugar la cara, que rápidamente fue cambiada y olvidada cuando esos ojos azules se conectaron con los suyos, permitiéndole detallar el copo de nieve en ellos. Soltó un suspiro sin ser consciente y sintió su piel quemar por la caricia que recibió en el brazo por parte del demonio para llamar su atención.

-¿Qué dices, Snowflake?

Elsa abrió un poco más los ojos a su dirección.-¿Qué digo de qué?-Jack levantó una ceja y Elsa sintió sus mejillas arder un poco.-Lo siento, me distraje.

Antes de poder hablar, Hiccup se le adelantó, enganchando su brazo con el de ella, del lado contrario del demonio.-¿Qué si hoy voy a tu casa para el trabajo del profesor Aragón?

El ángel sonrió.-Claro, Hiccup. Hoy mismo podemos hacer el informe y la muestra, no creo que nos tome mucho.

-Eso no era lo que iba a preguntarle.-Refunfuñó el demonio lanzándole una mirada furtiva al ángel castaño. El cual no le hizo caso y siguió hablando con la albina, robando su atención.

El demonio pasó su lengua por sus dientes y luego la chocó contra su mejilla, mirando al frente con molestia y realizando movimientos ligeros de hombros para destensarse un poco. Cuando el ángel se soltó de su agarre y se fue con Hiccup a las clases particulares, una molestia en su pecho comenzó a latir. Se despidió fugazmente y durante el camino a las mazmorras se cruzó de brazos e intentó subir su ánimo, pero las punzadas en su pecho no lo dejaban.

Jack era celoso, lo sabía, pero nunca en su endemoniada y casi inmortal vida, imaginó sentir celos de su mejor amigo ¿De Hiccup? ¡Por favor, no!

Sin embargo, aquí estaba, con un enorme humor de perros al ver como el que decía ser su mejor amigo partía junto a las chicas. Elsa a su lado y permitiéndole al castaño pasar un brazo alrededor de sus hombros mientras caminaban. No supo cuando habían terminado las clases, tampoco el momento en que las chicas se despidieron de ellos hasta que los vio a los lejos seguir su camino mientras que se detenían en su casa.

Jack subió a su habitación y se dejó caer boca abajo en su cama, soltando un grito frustrado contra la almohada.

Una risa grave resonó por la pequeña habitación.-¿Mal día?

-¿Qué haces aquí?-Preguntó sin moverse, su voz saliendo amortiguada por la almohada.-Pensé que te encontrabas ocupado con asuntos de la corte.

-¿Acaso no puedo visitar a mi sobrino favorito?

Jack rió y se acomodó, entrelazó sus dedos atrás de su cabeza y miró esa sombra oscura y ojos dorados que lo veían desde una esquina de la habitación. Miró la oscuridad con una sonrisa burlona.-¿Ahora me quieres?