Capítulo 18: El jefe

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"Pensé que pasarías tu día afuera". Comenzó el mayor.

– "¿Porqué habria de hacerlo? Afuera no hay nada bueno". —Se sinceró.

Mientras que Xue Yang se encontraba a pie de cama, con la espalda apoyada en la pared y las piernas estiradas, Xiao XingChen se encontraba acostado, sus pies arriba de la cabecera y su cabeza apoyada en uno de los muslos del menor. ¿Cómo llegó ahí? Pues... Es otra historia por contar.

"Pues... Afuera hay aire puro, lugares divertidos como el centro comercial, karaoke, máquinas de juegos... No sé". —Xue Yang asentía y negaba a las palabras de Xiao XingChen. La idea de aire puro no era mala, pero, ¿centro comercial, karaoke y máquinas de juegos?... Ni siquiera sabía que eran esos lugares, pero con solo escucharlos la palabra "Muchas personas" Era lo que se le venía a la cabeza, así que la idea no era nada atractiva. Pasar el día en la casa junto al mayor, eso SI era una idea sumamente buena. Demasiado buena.

Aun sin saber que era o de que se trataba, Xue Yang preguntó.

– "¿A Daozhang le gusta esos lugares?".

"La verdad es que no. Prefiero un lugar más... Natural, más tranquilo. Algo así como un parque".

Entonces, Xue Yang lo recordó. Pero antes de mencionar algo, siguió indagando.

– "¿Qué haría Daozhang en un parque?".

"¿Yo? Umm, pues de pequeño solía ir muy seguido al parque. Me gustaba jugar en la resbaladilla o en los columpios. También solía ir con mis padres de picnic. Solíamos llevar mucha comida y algunas cosas para divertirnos, como una pelota, o quizá una cometa, pero sin duda lo que más me encantaba era jugar con el boomerang. La pasábamos genial". —Xiao XingChen contaba con detalle y una gran sonrisa, las salidas que con sus padres solía hacer. Era como si le diera tanta felicidad recordar esos momentos que marcaron su infancia. Xue Yang supuso que al menos tuvo una infancia buena, ya que podía sonreír tan solo con recordar. A Xue Yang le encantaba verlo sonreír.

– "Daozhang fue un niño muy alegre".

"Mis padres solían decírmelo todo el tiempo. La verdad es que no puedo quejarme de mi infancia, fue muy buena".hasta el día del accidente, pensó Xue Yang—. "¿Y que hay de tí? ¿Cómo fue tu infancia?".

– "No muy buena. Mis padres... No sé si estaban muertos o simplemente me abandonaron, así que crecí como un niño callejero". —La sonrisa de Xiao XingChen desapareció por completo, cosa que Xue Yang no quería. Sintió como quería retirarse, pero rápidamente acercó una de sus manos y acarició su cabeza, haciendo que el mayor ya no tratara de alejarse. Funcionó. Pero Xiao XingChen no podía evitar sentirse culpable, aunque las caricias del menor le decían que todo estaba bien.

Susurró—. "Lo siento, no debí de haber preguntado".

– "No hay porqué preocuparse. Daozhang ya me ha contado de él. Creo que ahora es mi turno".

Xiao XingChen se apresuró a decir—. "No tienes porqué hacerlo si no quieres".

Xue Yang le dió un vistazo, y continuó.

– "Quiero hacerlo". —Xiao XingChen se limitó a asentir—. "De pequeño, la gente me trataba mal y me golpeaban. Gracias a ello recibí...". —dijo levantando su mano izquierda, viendo vacío el lugar donde debería de haber un meñique—. "Algunas que otras heridas. La verdad es que no hay mucho que contar. Lo único bueno que puedo decir es que me gustaban los dulces, y hasta la fecha me siguen gustando".

Xue Yang recordó que Xiao XingChen le dijo que no sabía nada de él, y que eso lo frustraba, lo hacía sentir ansioso y demás. Ahora quería hacer todo lo posible por hacerle saber sus pensamientos... Más o menos. Claramente no le diría acerca de sus sentimientos, no quería asustarlo, pero por lo demás, haría su mejor esfuerzo por abrirse ante el mayor. Sincerarse.

Solo Un Instante - [XueXiao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora