Extra 3: Castigo

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2 años después.

Xiao XingChen se encontraba en el sofá mientras revisaba sus apuntes para las clases. De vez en cuando tomaba un poco de chocolate caliente para mantenerse sereno y concentrado. Sin embargo el sonido de la puerta hizo que su concentración se desviara completamente.

Cerró su cuaderno y lo dejó en la mesa, mientras esperaba paciente, pero a la vez un poco ansioso.

Los pasos se acercaban cada vez más, llegando a la sala. Escuchó el sonido de las llaves siendo colocadas en el pequeño recipiente de la mesa. Se levantó y al fin lo sintió. Unos delgados, pero confortables brazos atraparon su cuerpo en un abrazo. Unos labios besando su mejilla repetidas veces, dejando como postre los finos y rosados labios que ansiaban tocarse con los contrarios.

– "Estoy en casa". —Por fin escuchó la voz del menor.

Xiao XingChen dio repetidas veces unos cortos besos a los labios del menor, mientras una sonrisa amenazaba con escapar.

"Bienvenido".

Xue Yang le dio un rápido vistazo a la mesa junto al sofá, encontrando varios libros y el cuaderno del mayor.

– "¿Has estado trabajando?".

"Pasado mañana tengo clases con A-Luo. Estaba adelantado la clase".

– "Mm. Mi Daozhang tan responsable. Me encanta".

Xiao XingChen no podía evitar el rubor en sus mejillas, el menor si que lo hacia sentir avergonzado, pero le gustaba que fuera travieso y juguetón. El toque que lo hacia ser él mismo.

Xiao XingChen volvió a besar sus labios, rozandolos, como si jugara con la cordura del menor.

"¿Tienes hambre? ¿Quieres que prepare algo de comer?". —Preguntó entre besos.

Xue Yang no pudo seguir el ritmo de su juego, era demasiado provocador. Se quitó el saco, tirándolo en algún lado de la sala. Las manos que aprisionaban la cintura de Xiao XingChen comenzaron a deslizarse por detrás de su espalda, levantando la tela de su camisa. Xiao XingChen sintió esa corriente desplazarse por todo su cuerpo. Corriente que sentía cada que el menor lo tocaba de esa manera, tan coqueta, tan excitante. Corriente que no lo dejaba pensar con claridad, ya que el menor lo estaba invadiendo, y la verdad se sentía bien con eso.

Xue Yang aprovechó la falta de atención del mayor para tumbarlo en el sofá. Fue demasiado tarde para Xiao XingChen, quien ya se encontraba bajo el menor.

"A-Yang, espera". —Trató de apartarlo, pero sus manos tenían un ligero temblor, además de parecer que habían perdido fuerza—. "¿No vas a cenar? ¿N-No tienes hambre?".

Xue Yang se detuvo. Observó el rostro sonrojado del mayor y las comisuras de sus labios se elevaron.

– "Si tengo hambre. Tengo mucha hambre. Daozhang, alimentame".

Xiao XingChen encontró un respiro, aunque también sintió que fue demasiado fácil convencer al menor de parar.

"Entonces deja que te prepare algo".

Sin embargo, Xue Yang acercó su cabeza por el hombro del mayor y negó.

"Daozhang, alimentame". —Volvió a pedir, mientras dejaba un beso a su mejilla.

Xiao XingChen estaba confundido.

"Pero no entiendo. ¿Cómo quieres que te alimente si no me dejas prepararte algo?".

Xue Yang dio una gran sonrisa, se acercó al cuello del mayor y le dio un pequeño mordisco. Y eso fue todo para que Xiao XingChen entendiera.

"E-E-Espera, y-yo no soy comida".

Solo Un Instante - [XueXiao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora