1.Silencio

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Después de la llegada de Sebastián y de Javier, el castaño se dispuso a empezar

- Bajo el cielo que me hace dar cuenta que soy un insignificante ser en este planeta, un insignificante ser que quiere decirte que le gustas, le gustas mucho.

Miguel ante tal declaración no supo que decir. Aún sonrojado hasta más no poder y con una taquicardia que nunca había sentido le dio la espalda a Javier y fingió dormir.

- Espera un segundo - Dijo Carlos apartando a Muzi de golpe - me estas diciendo que despues de que te dijo que le gustas ¿fingiste dormir y lo ignoraste?

- Exactamente - dijo Javier sin despegar la vista del camino - nunca me había sentido tan confundido en mi vida, sabía que no me había rechazado porque no me lo dijo directamente y tampoco sabía en mi diccionario mental que significaba el que me diera la espalda y se durmiera, nunca me esperé que hicieras eso Miguel.

- ¿Terminaron de hablar? - dijo el castaño con una leve sonrisa.

Después de fingir dormir durante mucho tiempo y que escuchara la suave respiración del chico, Miguel abrió los ojos y vio la linda noche estrellada.

Y bajo ese millar de estrellas, con una sonrisa, se puso a pensar en que diría mañana para arreglar el gran desastre que había causado gracias a su timidez.

Cuando despertaron Mike miró a los ojos del castaño y le dio un abrazo, la verdad es que no sabia como transmitirle todo lo que sintió ante la declaración de Javier.

Este sólo sonrió y se apoyó dentro del cuello del castaño.

Ya era hora de regresar y por ende hora de despedirse.

Cuando Mike llegó a su casa vio a su madre y a su padre sentados en la mesa. Sabía que eso era una mala señal.

- Miguel Bernal Montes siéntate en la mesa.

El nombrado se sentó en la mesa mirando a sus dos padres de frente.

- ¿Dónde estabas? - habló el padre con una mirada seria.

- Yo... - para Miguel era imposible no tartamudear - yo salí a...a acampar a la montaña.

- ¿Con el permiso de quien? Si se puede saber - hablaba la madre con el ceño fruncido.

- Yo.. yo les llamé antes de ayer temprano - las manos del castaño temblaban bajo la mesa - y no me contestaron, les dejé un mensaje de voz  y...

- Tu no te mandas solo ¿Quien crees que eres? - habló la madre interrumpiendolo - Tu simplemente eres un niño torpe que sigue bajo mi cuidado,  tienes 16 años y aún así nos haces perder nuestro el tiempo con tus tonterías.

- Mamá ayer... ayer cumplí 17 - las manos de Miguel se sentían cada vez más frías.

- Es aún peor, ¿tú crees que alguien con conciencia nos haría perder el tiempo de esta manera? ¿Tú crees que tu cumpleaños acaso es una excusa valida? - hablaba el padre - sea la fecha que sea nos hiciste perder el tiempo.

- Pero papá yo... te pedí...

Las ganas de hablar y refutar de Miguel poco a poco perdían fuerza.

Si había pedido permiso, se lo pidió a su padre la noche anterior a su cumpleaños.

Esa noche solo recibió como respuesta un despreocupado "haz lo que quieras" y un "estoy ocupado niño".

Tenía ganas de gritarles y decirles que si le habían dado permiso.
Gritarles que ya no podía seguir así.

Pero a pesar de todo lo que decían guardó silencio y agachó la cabeza.

Que más da... "Mis 17" [Mikellino]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora