Que más da... "Mis 17" [Mikellino]

3. Espera

"Pequeña ave ¿A quién le pertenece tu corazón?
Azul es el cielo, abrigo que conociste primero.
Seguro entre sus nubes y amado por el sol.
Pero tras el arcoiris, inspirado por el color.
Buscas un nuevo calor.
¿Indecisión es lo que veo en tu vuelo?
¿A caso prefieres abrigo nuevo?

Bajo la bruma duermes por el miedo.
Iniciar de cero crees que es lo peor.
Pero a aún así sientes que es lo mejor.

Decide pequeña ave.
Aquel hermoso cielo
O un inicio de cero.

Pequeña ave ¿A quién le pertenece tu corazón? "

- Que feo se debe sentir amar a dos personas y tener que decidir por una de ellas - hablaba Miguel.

- No es por no saber apreciar la poesía pero este poema da pena de lo malo que es - decía Javier con una sonrisa.

- Eres un tontito Javier.

- Pero te digo una cosa - Miguel lo miró con atención - algún día el ave aprenderá que si sigue esperando va a perderlo todo, algún día el ave entenderá que aquel bello cielo Azul le brindó todo y lo perdió todo cuando se marchó, y muy dentro de su corazón sabrá que aquel hogar nuevo no llena su vida y corazón.

Después de que sus padres se fueran, Javier y Miguel pudieron reunirse para poder hablar.

Ambos acordaron verse en el patio trasero de la casa del castaño.
Sentados a la sombra del árbol de su patio, sintiendo el césped bajo ellos, se pusieron a leer

Necesitaba leer para olvidar todo lo que pasó.
Tan sólo leer y olvidar.

Aquella breve lectura que pensó que le iba a dar paz ahora le daba una bofetada al castaño ¿a caso Javier ya estaba cansado de esperar su respuesta? ¿Eso se lo tenia que tomar como una indirecta?

- Javier yo... respecto a lo que pasó en mi cumpleaños - Miguel miraba las nubes entre el follage del árbol  sintiendo como los nervios se apoderaban de él- yo...

- Tranquilo - Javier recostó su cabeza en el hombro del contrario - todavía no estas listo para decirlo, esperaré lo que deba esperar estrellita.

Esas palabras aliviaron la inquietud de su corazón.

Quizás las palabras horribles que escuchó saliendo de la boca de sus padres valieron la pena

Quizás la mirada de decepción de su madre valió la pena

Quizás el alejarse de sus amigos valió la pena.

Quizás todo lo que pasó durante sus 16 años valió la pena.

Y lo valió porque encontró algo espectacular.

- Gracias chico - Mike apoyó su cabeza en la del contrario.

Aquella tarde de la última semana de las vacaciones de verano la pasó sintiendo la agradable brisa y escuchando la risa del bello cielo que había lo encontrado.